¿Cómo olvidarte, 7 de abril?

Jari Dixon Herrera

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Convocamos a nuestro pueblo, el más hermoso, el honesto, el que tiene una sola cara de dignidad, el que se ha levantado  la voz de la justicia y en contra de la corrupción…  convocamos a proseguir en la lucha organizada y por los métodos pacíficos, los que permitan desbaratar y destruir los planes de esta clase política violenta y corrupta…
(Proclama del 24 de mayo, 2008 – Bajos del Congreso Nacional)

7 DE ABRIL DE 2008

COMO OLVIDARLO si fue el día que junto a Victor Fernández, Soraya Morales y Luís Javier santos, respaldados por otros compañeros Fiscales decidimos emolarnos en la búsqueda tortuosa de la dignidad.

COMO OLVIDARLO si fue el día que decidimos abandonar todas aquellas comodidades que como seres humanos buscamos afanosamente como si esto fuera el centro de la felicidad.

COMO OLVIDARLO si fue el día que por primera vez retamos al poder real de este país, sin importarnos la consecuencias negativas que esto podría representar para nuestras vidas y la de nuestras familias.

COMO OLVIDARLO si fuel día en que realmente sentimos el hambre que hoy sufre nuestro pueblo a consecuencia del saqueo criminal de recursos que ha realizado la clase política y corrupta de nuestro país.

COMO OLVIDARLO si por primera vez mirábamos de cerca la cara oscura del sistema político que hoy nos gobierna, la inmundicia reflejada en la conducta de la mayoría de aquellos que cada cuatro años nos piden el voto para representarnos.

COMO OLVIDARLO si fue el día que también sentimos el noble sentimiento de la solidaridad de un pueblo que nos acompaño desde el inicio hasta el final en esa gesta de hambre y sed de justicia.

COMO OLVIDARLO si fue el día en que Honduras comenzó a levantarse, en las que los ojos de nuestra conciencia se abrieron para no cerrarse jamás y en donde la mentira comenzó a ceder ante la verdad.

Y COMO OLVIDARLO si fue el día en que la presencia de Dios se hizo más evidente, protegiendo a cuatro personas que sin poder económico y político se aprestaban a iniciar una lucha desigual pero llena de mucha dignidad y esperanza.

A TRES AÑOS DEL INICIO DE LA HUELGA DE HAMBRE, LA LUCHA CONTINUA