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martes, 26 de abril de 2011

Negociaciòn de Caracas busca legitimar golpe de Estado en Honduras

Partido Comunista Brasileño (PCB) advierte que negociació​n de Caracas busca legitimar el Golpe de Estado en Honduras

CHÁVEZ ENTREGA MILITANTE AL ESTADO TERRORISTA COLOMBIANO, PIERDE LA CONFIANZA DE LA IZQUIERDA Y NO GANARÁ LA DE LA DERECHA
(NOTA POLÍTICA DEL PCB)


El Partido Comunista Brasileño (PCB) manifiesta su indignación con la reciente detención, en Caracas, del militante colombiano Joaquim Pérez Becerra, cuando llegaba de un vuelo procedente de Alemania, y su posterior extradición ilegal y abominable para Colombia.

Ex-concejal de la Unión Patriótica en el municipio de Corinto, Estado de Valle Cauca, y uno de los pocos supervivientes del exterminio de más de 5.000 militantes de esa organización, promovido en los años noventa por el estado terrorista colombiano, Pérez fue obligado a huir de las persecuciones en Colombia y a  exilarse en  Suecia. Su esposa fue secuestrada por los grupos paramilitares. Actualmente, Pérez es director del portal de noticias ANNCOL, especializado en informaciones alternativas sobre la lucha del pueblo colombiano.
El PCB se suma a la indignación generalizada de todas las fuerzas progresistas del mundo en relación a la detención y a la extradición arbitrarias, hechas de común acuerdo con el servicio de inteligencia colombiano (subordinado a la CIA), violando todos los principios democráticos, jurídicos y de respeto a los derechos humanos. Pérez tiene ciudadanía y una vida legal en Suecia, donde ejerce el periodismo.

La entrega a Colombia de un ciudadano buscado por los servicios de inteligencia de ese país es una verdadera sentencia de muerte, dada la violencia y brutalidad con que son tratados los prisioneros políticos del estado colombiano, que se transformó, como Israel en Oriente Medio, en una gran base militar del imperialismo norteamericano contra América Latina. 

Es un error grave el de Chávez imaginar que, cediendo a las presiones, disminuirá la oposición que le hacen la burguesía venezolana y el imperialismo. Por el contrario, mientras más cede, más nuevas exigencias le harán. Sólo le va a agradar al capital si ponga fin a la revolución bolivariana. Y aún así no será perdonado, sino humillado. El ejemplo de Libia muestra que no basta con hacer concesiones.

Además de eso, hay una cuestión de principio. Más que un error, se trata de una traición. ¿Cómo un gobierno que se dice revolucionario puede entregar un militante de izquierda a las fuerzas más reaccionarias de América Latina, sabiendo que su destino será la tortura, o incluso la muerte, en las siniestras prisiones colombianas? ¿Cómo un gobernante que se dice revolucionario puede colaborar con los servicios secretos colombianos y norteamericanos?
 
Y esta no es la primera concesión de Chávez en esta cuestión de principios. Primero, extraditó para las cárceles españolas a militantes vascos refugiados en Venezuela. Después, repatrió para Colombia a militantes de las FARC y del ELN.

El PCB – con la autoridad de haber apoyado con independencia política, hasta ahora, el gobierno Chávez y, principalmente, el proceso de cambios en Venezuela - hace un llamado a todas las fuerzas progresistas, a las organizaciones sociales y de la juventud, a las organizaciones populares y a los defensores de los derechos humanos en nuestro continente, y al pueblo venezolano, en particular, en el sentido de expresar el firme repudio a la detención y extradición del compañero Joaquim Pérez Becerra.

A estas torpes decisiones de entregar militantes a sus verdugos, se suma ahora una oscura negociación en curso en Caracas, que envuelve a Chávez, a Manuel Zelaya, al dictador hondureño (Porfirio Lobo) y al presidente de Colombia (Santos), con el objetivo de legitimar el golpe de estado en Honduras, con el reconocimiento del gobierno de hecho por parte de la OEA, en pago de algunas concesiones en el campo de la democracia burguesa.

Se trata claramente de una inflexión del gobierno de Chávez a la derecha, rindiéndose a los sectores corruptos y anticomunistas y a los nuevos burgueses que lo cercan y, sobre todo, al capital y al imperialismo. El destino de la llamada revolución bolivariana está ahora en las manos del pueblo venezolano, sobre todo de los trabajadores y del proletariado en general.

Queda aquí nuestra solidaridad militante a los pueblos venezolano y colombiano, a sus organizaciones revolucionarias y, expresamente, al Movimiento Continental Bolivariano (MCB) y a la Agencia de Noticias ANNCOL, que continuarán contando con nuestro Partido en la lucha emancipadora de todos los oprimidos de América Latina.
 
  
¡Toda solidaridad a los que luchan!
 
PCB – Partido Comunista Brasileño
Comisión Política Nacional
Ivan Pinheiro – Secretario General
Edmilson Costa – Secretario de RR IIRio de Janeiro, 26 de abril de 2011

miércoles, 13 de abril de 2011

El imperio no descansa: ahora endulza a Chávez

Ricardo Salgado

 Gran revuelo ha causado la “sorpresiva” visita de Porfirio Lobo Sosa a Cartagena de Indias, el pasado 9 de septiembre, provocando una serie de conjeturas y opiniones sustentadas, la mayor parte de las veces, en criterios subjetivos, carentes de análisis más allá de la coyuntural visita a la cumbre de presidentes de Colombia y Venezuela del mismo Lobo Sosa. Es entonces importante, nuevamente ver de cerca algunos hechos que nos aporten un poco más de lucidez para interpretar el contexto de esta realidad.

Primero debemos tener presente que este movimiento diplomático no es posible sin el consentimiento expreso de Washington; a pesar de su relativa independencia, el gobierno colombiano no puede hacer un movimiento de carácter estratégico para la región sin haber consultado con el Pentágono y el Departamento de Estado, principales promotores y pilares del Plan Colombia. Por otro lado, el régimen hondureño, impuesto como parte del “blanqueamiento” del Golpe de Estado Militar, se ha convertido, después de casi dos años, en una pesada carga política y económica para los intereses norteamericanos en la región, y es directamente dependiente de los designios emanados en el Departamento de Estado y la CIA misma.

Un segundo punto que se mantiene constante, es la situación política nicaragüense, que, según sondeos de opinión, es bastante adversa para los aliados naturales del imperio en ese país. La misión de desestabilizar la Nicaragua pre electoral, necesita de una solución, aunque sea parcial, a la crisis hondureña, que parece profundizarse a medida que el pueblo se organiza, y entra en capacidad de causar impactos de consideración a la maltrecha economía del país. En cualquier caso, los movimientos vía Colombia, no están dirigidos a la distención, sino para generar opciones de reagrupamiento de las fuerzas de inteligencia y logística que ahora se empeñan en “resolver” la situación en Honduras.

El tercer problema es la situación calamitosa de la economía de Honduras, la que no da muestras de recuperación, y los acontecimientos locales e internacionales parecen predecir la imposibilidad de auto sostenibilidad de la economía local en 2011. Según las previsiones presupuestarias para 2011, la mayor parte del ingreso a las arcas del estado debía provenir de la recolección de impuestos. Sin embargo, un 70% de la colección impositiva se debe al impuesto sobre ventas, y los impuestos a los derivados del petróleo; es decir la suerte financiera del Estado depende en gran medida del consumo de la ciudadanía, en una sociedad normalmente en recesión.

Ante este escenario, se puede prever un déficit estrepitoso a final del año fiscal, si no se adoptan medidas serias de emergencia en las siguientes semanas. Impregnados de pragmatismo, los norteamericanos entienden que ellos no están en capacidad de sostener la fachada de este régimen, y entonces buscan una solución en Petrocaribe, que generaría fondos suficientes para resolver el problema, dadas las características de esta iniciativa. Hay un escollo a salvar, este se encuentra en la determinación de los países sudamericanos por evitar la impunidad total del Golpe de Estado militar, patrocinado por los mismo Estados Unidos.

Concluimos en esta primera parte que la estrategia norteamericana es solventar un par de problemas estratégicos que arrastra desde hace un par de años, y cuyo costo económico está fuera de su propia capacidad. Es poco probable que la acción tomada busque realmente solucionar el “asunto” hondureño, pero definitivamente muestra un cambio estratégico en el enfoque sobre la situación en Latinoamérica.

Evidentemente, el giro no es sorpresivo; la situación se veía venir desde hace algunos meses, durante los cuales la relación Santos – Lobo se ha intensificado, en varios aspectos, especialmente el de seguridad nacional, en el que Colombia ha creado una especie de escuela del terror para los aparatos represivos del Estado hondureño, incluyendo grupos paramilitares entrenados por colombianos. La cuestión de estos proyectos represivos constituye un problema de gran envergadura, y deben estar sobre cualquier mesa de diálogo o negociación que se instale alrededor de la grave crisis que afecta el país.

La inclusión del presidente Hugo Chávez no es tampoco fortuita; su participación es esencial para obtener el oxígeno que el régimen hondureño necesita. Por su lado, el gobierno bolivariano ha mantenido una posición firme, que se mantiene más allá de las conversaciones del fin de semana, en cuanto al reconocimiento del régimen hondureño. Vemos que la situación requiere de gran habilidad política y diplomática, dos cualidades probadas del gobierno del presidente Chávez en el pasado. Se presenta una oportunidad dentro del marco de la rigidez golpista hondureña, para discutir abiertamente temas de gran trascendencia para la estabilidad de América Latina y de Honduras.

Así mismo, en una acción racional, entendiendo la dimensión de la coyuntura  Chávez,  se comunica telefónicamente, como el mismo aclaró, al interlocutor que conoce la realidad hondureña; el presidente Manuel Zelaya Rosales, como contraparte activa del tema hondureño del golpe de Estado, tomando en consideración el hecho de que  ninguno de los presidentes puede darse el lujo de rehuir a un potencial arreglo del problema ocasionado por la política  imperial contra el ALBA y la integración latinoamericana.

Es irresponsable afirmar que tanto Chávez como Zelaya entran a un juego en el que entregaran la lucha de latino américa y del pueblo hondureño, cuando está de por medio su propio prestigio, y con  Chávez buscando la reelección.  Existe clara consciencia de la repercusiones que conlleva tomar decisiones equivocadas, y se tiene presente que se en el pasado se ignoró la  dimensión continental del golpe de Estado en Honduras,  y su terrible impacto, lo que no fue posible decubrir sino hasta que Estados Unidos decidió  apoyar al dictador Micheletti e imponer elecciones.

La violación a los derechos humanos, así como la brutal represión, que hoy día ya se reporta en varios puntos del país son hechos concretos y mientras se mantengan los niveles de confrontación del Gobierno de Lobo contra la población civil desarmada, cualquier acuerdo es más bien una ilusión. Lo saben también Santos y Lobo Sosa.

Porfirio Lobo Sosa, por otro lado, juega con  la carta de la Corte Suprema de Justicia golpista, que puede aferrarse a la persecución político judicial que ahora mantiene contra el presidente Zelaya y otras personas, mientras Lobo suplica su reintegro a la OEA, esperando la indulgencia de una comunidad latinoamericana a quien esconde la persecución contra sus opositores . A nadie engaña Lobo con la invocación de la falsa concepción de la independencia de poderes, ya que en la práctica, el sabe que  está sujeto a lo que determinen el embajador de Estados Unidos, la asociación de dueños de medios  y otros influyentes empresarios y políticos locales que ven en Zelaya un peligro potencial.

El mero hecho del encuentro entre el presidente Chávez y Lobo Sosa, ha servido ya para crear una especie de cortina de humo que tiende a cerrar el espacio a otros eventos que se desarrollan  dentro de Honduras, a nivel mediático. La persecución contra los maestros  es reemplazada en los titulares por una absurda discusión sobre la actuación de Lobo, o sobre las intenciones de los otros presidentes. Es muy probable que, si el proceso de dialogo emprendido en Cartagena de Indias no avanza a otro nivel, el tema siga siendo utilizado para manipular a la opinión pública.

En síntesis, podemos apreciar a un gobierno estadounidense apremiado por sus propios errores de cálculo, a un presidente Santos jugando sus propios intereses a un régimen hondureño política y económicamente desmejorado, buscando soluciones ante dos presidentes que conocen de sobra la conducta y la diplomacia promovida por los gringos en esta parte del mundo. Tanto Chávez como Zelaya tienen la obligación histórica de frenar esta iniciativa, si es que la misma va significar otro engaño, pues, de otro modo, las contradicciones necesarias para desarrollar nuevas condiciones y coyunturas no se producirían  en el corto plazo, y se debe apreciar objetivamente que, por primera vez en dos años, ahora tenemos oportunidad de  enseñarle a Estados Unidos que no pude seguir jugando ajedrez con nuestros pueblos.

Como observadores pasivos,  necesitaremos hacer uso de mucha más investigación, y recolección de piezas valiosas de información para poder ver  acertadamente como esta  coyuntura, inspirada nuevamente por el gobierno norteamericano, se encamina hacia un nuevo fiasco o realmente es el camino que requiere Honduras. Siempre debemos tener en mente que en estos procesos existe pesos y contrapeso y que las acciones del pueblo inciden en el desarrollo dialectico de los acontecimientos.

Al final, estamos en asistiendo a  un acontecimiento que no podemos desdeñar, y debemos estar pendientes de los informes que el mismo presidente Zelaya ha de emitir para informarnos: Mientras tanto, nuestra misión sigue siendo la de luchar, organizarnos, y seguir luchando.


martes, 12 de abril de 2011

¿Qué pasa en Ecuador?

Un canto ritual para Rafael Correa

 
Enviado por ewituri el Lun, 02/14/2011 - 21:52.

(El Expreso)
 
REdCi, 12 de febrero.- El cargo de terrorismo que pesa sobre los dirigentes shuar liberados esta semana gracias a un recurso de hábeas corpus, corrió la misma suerte que el epíteto de forajidos lanzado por Lucio Gutiérrez contra los manifestantes que exigían su dimisión: ha sido reivindicado por los agraviados. Pepe Acacho, candidato a la presidencia de la Conaie, y sus compañeros de infortunio Pedro Mashiant y Fidel Kaniras se la toman con humor.
 
En el vehículo que los conduce de vuelta a la ciudad de Macas, tras ocho días de cautiverio en el penal García Moreno de la capital, no paran de reír. Eufóricos, radiantes, satisfechos de su suerte, se burlan del Presidente de la República tanto como de sí mismos y repiten una y otra vez, con orgulloso sarcasmo: “Nosotros, los terroristas”.
 
“Por sabotaje y terrorismo con muerte”, dice exactamente la boleta de encarcelamiento firmada el pasado 1 de febrero por el presidente de la Corte Provincial de Justicia de Morona Santiago, Miguel Ángel Villamagua. Se refiere a los hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2009, durante el paro amazónico contra la Ley del Agua. Ese día hubo refriega con la Policía en el puente sobre el río Upano, en las afuera de Macas.
 
Cuarenta personas resultaron heridas y una, el profesor shuar Bosco Wisum, murió por el impacto de un perdigón. Según el Estado, Acacho y Mashiant incitaron a la violencia con sus arengas y sus mensajes radiofónicos; y fue Kaniras quien disparó contra Wisum.
 
“¿Se imagina que voy a disparar yo contra mi propio tío?”, dice Kaniras mientras el todoterreno de la asambleísta por Pachakutik Diana Atamaint avanza a velocidad poco considerable con dirección sudeste. Las siete horas de viaje les da tiempo suficiente, a más de para reírse, para indignarse.
 
Las razones de esa indignación muestran el abismo cultural que separa a las partes enfrentadas: el parentesco, la lengua, los símbolos; que el presidente Correa dijera que ellos iban a las manifestaciones llevando lanzas envenenadas; que el Gobernador de la provincia, siendo mestizo, se permita usar la tawasap, corona de plumas de tucán que simboliza autoridad y respeto.
 
Que la traductora de Carondelet para la lengua shuar sea a tal grado “ignorante”, dicen, que pretende traducir literalmente un idioma metafórico… Entonces fantasean, entre risas, con lanzas de veras envenenadas para clavárselas en el trasero al señor Presidente; planifican un comando terrorista con la misión de sacarle la corona al Gobernador en el próximo acto público en que ose ponérsela.
 
Imaginan cartas dirigidas al Estado, escritas en una lengua hermética e indescifrable solo para ver la cara que pone la traductora cuando las reciba. Y resulta fácil reconocer que, antes que la fiereza indomable, es el sentido del humor lo que caracteriza a este pueblo de la selva. Junto a los tres excarcelados viajan el presidente de la Federación Shuar, Francisco Shiki; el de la Corporación Arutam, Andrés Wisum, y la dueña del vehículo.
 
Los liberados les relatan el susto de cuando los helicópteros descendieron sobre el patio del Centro de Rehabilitación Social de Macas. “¿A dónde me llevan?”, dice Acacho que preguntó al oficial que lo conducía a bordo: “con rumbo incierto, me dijo”. Como si estuviera redactando el parte de su desaparición.
 
La verdad es que el director de la cárcel, Patricio Delgado, había dispuesto su “traslado inmediato” a la capital “por pedido del viceministro de Justicia”, había escrito un oficio a su colega de Quito, contándole lo peligrosos que son los shuar y los alcaldes de Pachakutik, y se había librado del problema antes de que la multitud que crecía a las puertas de la cárcel hiciera algo más que solo lanzar piedras.
 
Los teléfonos de Pepe Acacho, Francisco Shiki y Andrés Wisum no paran de sonar durante todo el trayecto. Llama gente de Macas y Sucúa queriendo saber en qué parte del camino están, a qué hora llegan, dónde han de recibirlos. Los dirigentes prodigan instrucciones en dos lenguas. De Taisha, un municipio en medio de la selva al que solo se accede por aire o río, no llama nadie porque hasta allá no llegan las señales de celular, pero ahí es donde más gente los espera.
 
La comunidad shuar de Morona Santiago, movilizada, está de fiesta. El primer comité de recepción aguarda en el límite provincial, sobre el puente del río Pastaza. Una patrulla que viene en sentido contrario gira en U y se coloca detrás del vehículo. Un kilómetro más allá, otra; y luego otra; también se unen a la comitiva dos camionetas que se encuentran estacionadas al borde de la carretera y que todos identifican como de “agentes de la PJ”.
 
En la ciudad se sumarán motocicletas, carros antimotines y un helicóptero, mientras un pelotón resguarda cada oficina pública. En relación con su población y sus índices delictivos, Macas debe ser la ciudad mejor servida del país en lo que a fuerzas de seguridad se refiere.
 
En el puente sobre el río Upano, los líderes excarcelados y sus acompañantes abandonan el vehículo y suben a la paila de una camioneta que empieza a avanzar con dificultad entre la gente que ha salido a darles la bienvenida: unas cincuenta personas. Sin embargo, ya en la ciudad, la recepción no llega a ser lo multitudinaria que daban a entender las llamadas telefónicas.
 
No más de 200 siguen a la camioneta gritando vivas a Pepe Acacho, “futuro presidente de la Conaie”, mientras la población mestiza, expectante, se asoma por puertas y ventanas. En la plaza central han montado una tarima donde varios dirigentes toman el micrófono. El discurso de Acacho es la versión tremendista de los chistes que se contaban en el auto:
 
Habla de las lanzas envenenadas de Correa, de las malas traducciones y del tawasap del gobernador, cuya autoridad desconoce. Pide la renuncia del director de la cárcel, del presidente de la Corte Provincial y de otras autoridades del Estado. Y arenga. Porque un mitin político, entre los shuar, consiste en una sucesión de arengas en intensidad creciente hasta llegar a la catarsis: estamos aquí, nos vamos a oponer, lucharemos hasta la muerte.
 
El pueblo que escucha espera precisamente eso y juzga a los oradores en función del ímpetu y la eficacia de sus proclamas. En Sucúa, sede de la Federación Shuar, otro mitin ha sido preparado como preámbulo de la fiesta que se prolongará hasta el amanecer. Aquí es donde Pepe Acacho comete el principal error de su jornada: decide no ir a Taisha, la parada más importante de la agenda.
 
Solo Pedro Mashiant logra escabullirse de sus seguidores y subir a la avioneta de cinco plazas que lo lleva al otro lado de la cordillera del Cutucú. Lo acompañan la asambleísta Diana Atamaint y el presidente shuar Francisco Shiki. A las 17:30, la pequeña aeronave aterriza frente a más de 2.000 personas llegadas de todos los rincones de la provincia, algunos de ellos a pie tras jornadas de un día o más de camino, y que esperan al borde de la pista lastrada.
 
Si la dirigencia indígena, como dice el Gobierno, no representa a sus bases, aquí nadie se dio por enterado. ¿Qué tiene Taisha de especial? Más de un rasgo. Para empezar, uno de los cantones más grandes del país es también, quizá, el más patriota. Patriota en el sentido clásico.
 
De aquí salieron la mayoría de combatientes shuar de la guerra del Cenepa, y la conciencia de ser los defensores de la frontera se ha integrado con perfecta naturalidad en la identidad de pueblo guerrero que heredaron de sus abuelos. Esos ex combatientes hoy forman parte de las fuerzas Arutam, los tigres, que ofrecen seguridad a la dirigencia.
 
En todos los actos y mítines se los puede ver, rigurosamente disciplinados, formando una barrera infranqueable con sus cuerpos y sus lanzas de chonta no envenenadas. Al mismo tiempo, Taisha representa la esencia de la sociedad shuar actual en transición a la modernidad, contradictoria y conflictiva.
 
Este centro urbano rodeado de fincas dedicadas a la ganadería y a la agricultura de autoconsumo es el fruto del primer gran desencuentro entre el Estado ecuatoriano y los pueblos de la selva tropical: las políticas del Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (Ierac), que desde los años 60 transformaron definitiva y arbitrariamente la estructura rural ecuatoriana.
 
Pueblos de horticultura itinerante fueron obligados a registrar terrenos con un índice de ocupación no menor al 60 por ciento para obtener títulos de propiedad. En la Amazonía, la única manera de lograr eso es sembrar pasto y criar ganado. Los nómadas se convirtieron en sedentarios, y de eso no hace más de dos generaciones.
 
Finalmente, y esto es lo más importante en la coyuntura política actual, Taisha se encuentra en el corazón del bloque 24 de explotación hidrocarburífera, donde la actividad está paralizada desde 1998 precisamente por la oposición de sus habitantes, la más tenaz y efectiva de la historia petrolera ecuatoriana.
 
Aquí llega Pedro Mashiant con el presidente de su Federación y con su asambleísta, y llegan también los principales dirigentes cantonales, provinciales e interprovinciales del pueblo shuar y de Pachakutik. Salvo Pepe Acacho no falta nadie. En el coliseo de Taisha, donde el símbolo de la anaconda convive con la estructura metálica y las paredes de cemento, arengan durante cinco horas, con mayor intensidad que en otros lados porque el pueblo así lo pide.
 
Se entusiasman con los cánticos, los bailes y los saludos rituales. Más de una vez llegan a la catarsis, que renueva su determinación. Si a la oposición le falta osadía y arrojo, debiera venir a buscarla en Taisha.

Un grupo de mujeres achuar dedica a Mashiant el cántico del ujaj, que los antropólogos describen como aquel que se utiliza para acompañar la ceremonia de la tzanza (reducción de cabezas).
 
Entre la cascada de palabras incomprensibles (difíciles de entender aun para los shuar, debido al acento gutural de sus primos hermanos), hay una que destaca nítidamente: “Rafael, Rafael, Rafael”.

Dicen que estas mujeres se la pasaron cantando así desde que tomaron prisioneros a sus líderes.
 
Ahora los dirigentes shuar y achuar se han declarado en estado de emergencia, lo cual significa que consideran llegado el tiempo de reivindicar el derecho a la resistencia que garantiza la Constitución. Y que ninguna autoridad estatal, sea gobernador o teniente político, cuenta con su apoyo. Los Arutam hablan de entrenarse para la autodefensa.
 
Para ellos, el paro amazónico del 2009 y sus consecuencias hasta el día de hoy son un capítulo más de la historia de desencuentros con el Estado que se remontan a las leyes de reforma agraria y colonización; y Rafael Correa, a su pesar, es el nuevo rostro de lo que en su momento fueron las arbitrarias políticas del Ierac.
 
Nadie piensa convertirlo en tzanza (eso ya no se hace), pero la canción se la dedican. Cada noche.


En la imagen: Recibimiento a Pepe Acacho•
 
http://www.prensaindigena.org.mx/?q=content/ecuador-un-canto-ritual-para-rafael-correa