Entradas populares

miércoles, 6 de abril de 2011

Boitel, un mercenario en tierras hondureñas

Publicamos algunas de las cartas que -como puñados de sal al mar- han lanzado escritores, comunicadores, gente comprometida con la revolución cubana, hondureña, humana mundial, a la conciencia tarifada de Luis Manuel Pérez Boitel en ocasión de su visita a esta Honduras golpeada para recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa de manos del régimen continuador del golpe de Estado.

La indignación enciende estas misivas que dejan constancia de nuestro repudio.

palabraenllamas declara non-grato a Luis Manuel Pérez Boitel y exhorta a la UNEAC, al Ministerio de Cultura de Cuba, a los Festivales comprometidos de Poesía Iberoamericana y a todo poeta cuyo oficio de palabras se sustente en la construcción de la libertad y la ruptura de las cadenas opresoras a reconocer en este oportunista un mercenario más, de tantos que medran en busca de laureles cuyas raíces beben sangre de mártires.
______________________________________


¡Ay, Boitel!

El régimen golpecrático de Honduras en Tegucigolpe pretende blanquear la violencia convocando a un concurso de poesía bajo el nombre de “juegos florales” o de Jugos Mortales, nunca entendí bien.

Estipulan un premio de cinco mil dólares más viáticos para el ganador y arman un jurado, seguramente también bien pagado para legitimar la jugada cultural. Resulta ganador un poeta cubano que ya había hecho público su repudio al golpe en Honduras. Y contra muchos de los pronósticos el ganador, Boitel, termina viajando para recibir su dinero y sus laureles de manos de quienes ostentan el poder golpista en Tegucigolpe. Tan mal que hablaron de cubanos y socialistas y comunistas y chavistas y todo eso los funcionarios del régimen golpista y sus sucesores golpecráticos! Y allí estuvieron todos, festejando al cubano ganador, no otra cosa que un gran gesto de tolerancia y espíritu democratico esos funcionarios tan preocupados por la cultura!

“Estás en Tegucigalpa para recibir las infames monedas por las que has vendido tu dignidad, mercado la palabra y ofendido tu origen terrestre” le dice Samuel Trigueros a Pérez Boitel con una larga tristeza un desaliento doloroso que también me amarga.

“Yo me pregunto y te pregunto, Boitel ¿Qué sostiene tu palabra? ¿Con quiénes hace causa común? ¿Con los humillados de la tierra o con quienes reparten muerte y la barnizan de poesía? La poesía, Boitel, no es esa escalera de huesos inocentes hincada en medio de la sangre de los mártires y por la cual pretendes ascender a la alcoba de los poderosos, donde no hay más que sodomía y sombra. Para nosotros, poetas, hombres y mujeres hondureños que resistimos el embate del imperio y su barbarie, nuestra palabra no tiene precio y es nuestra máquina de guerra contra las inequidades.” Le dice el Poeta Samuel Trigueros a Boitel, con pureza indignada, con transparente coraje.

“Dicen que Rigoberto y otros compañeros dijeron que no había que “politizar” el premio, que “la poesía es la poesía” (sic).” Le comenta Samuel a Boitel. Sí, así fue lo que dijeron, Salvador Madrid me escribió en su momento una larga justificación sobre los “juegos florales”. Más de lo mismo- esas frases- con las que los ganados por el olimpo se justifican del lado de los verdugos. Una pena. Larga discusión que no admite sino una breve sentencia que no admite discusión alguna, porque la poesía es una cosa y el poeta es otra y la dignidad no se rifa ni la poesía se vende.

Fabricio Estrada le escribió a Boitel: “Digo que se decidió por los 5,000 verdes y no por la poesía.”

Le dice. Y le dice:  “Hace apenas dos semanas que la maestra Ilse Velásquez fue asesinada por la policía de Honduras, así que no es un hecho que haya sucedido hace dos años. La lógica de la represión en nuestro país ha ido en aumento a tal grado que ha sido imposible mediatizar la masiva violación de derechos humanos, por lo cual, la memoria dolorosa y furibunda está más que fresca en todos aquellos que aborrecemos la humillación y la persecución. A Boitel, Honduras le ha dado razones tras razones para no aceptar este premio inmisericorde, pero aún así, Boitel se ha decidido.” Le dice Fabricio a Boitel. Y me sumo a semejante claridad.

“Decidirse por la poesía es decidirse por la vida, decidirse por un premio en medio de la represión ¿es decidirse por la muerte?” le pregunta Estrada a Boitel. También se lo pregunto al poeta cubano.

Boitel adhirió en su momento al repudio que los poetas, escritores e intelectuales latinoamericanos y del mundo manifestamos en ocasión del golpe de Estado en Honduras. Qué Boitel adhirió al manifiesto? Qué Boitel repudió el golpe, los asesinatos, las torturas, la represión? Qué Boitel acompañó la voz sin fisuras de nuestros hermanos cubanos y latinoamericanos en aquella ocasión?

No encontraría espacio para ponerle punto final a una lista de poetas de nuestra Tierra angustiados por el hambre, las deudas, los picaportes rotos, las paredes despintadas, la alacena vacía, las facturas apilándose en la mesa de la cocina, los manuscritos inútiles en un cajón, los viajes siempre postergados, las librerías siempre ajenas, la incertidumbre cabalgando a sus anchas cada noche en vela. Como así también no encontraría uno de tantos poetas que en la cruel desesperación hayan vendido la dignidad por un puñado de dólares y las lentejuelas de un salón decorado para la ocasión, fugaz y tan vergonzoso.

Si, la poesía es la poesía. Y no se vende. Ni se alquila. No blanquea regímenes torturadores y asesinos, no edulcora aristocracias explotadoras, no hace de chupamedias, señores ni de empresarios, poetas. Esto está claro. Eso sí, se toma su tiempo, pero siempre separa la paja del grano; con el grano se hace el pan de todos los pueblos, con la paja se rellenan los espantapájaros.

Abril 2011-04-06 gabriel impaglione

 ___________________________________________


Carta abierta a Luis Manuel Pérez Boitel

Finalmente estás en Honduras, Boitel, para recibir de manos asesinas los 5 mil dólares de tan desprestigiado lauro que corresponde al I Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa 2011, por tu libro “Hay quien se despide en la arena”. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y yo tenía la esperanza de que algo en tu fuero interno te redarguyera y te moviera a buscar una salida digna para la persona que es LMPB, para el poeta que parece haber en vos, para la poesía y para el país que representás. Todo perdido. Estás en Tegucigalpa para recibir las infames monedas por las que has vendido tu dignidad, mercado la palabra y ofendido tu origen terrestre.

Manuel, ¿Ya viste las paredes de Tegucigalpa cargadas de graffitis rebeldes, esa poesía a la que temen los potentados y sus lacayos? ¿Alguien te ha contado la masacre física, económica, cultural, espiritual que el pueblo hondureño sufre bajo el peso de una dictadura disfrazada de democracia? ¿Te ha indicado Rigoberto Paredes qué canales ver, qué radios escuchar, qué diarios leer para que tu descocada cabecita conozca in situ el registro de la represión nuestra de cada día, servida por policías, militares, paramilitares, funcionarios, pastores al servicio del Lobo, sancerdotes (sí, no es un gazapo, dije “san-cerdotes”) y empresarios que no se cansan de robar lo que legítimamente nos pertenece? Son esos “cuerpos de seguridad” los que estarán atentos, vigilantes, para que ningún vándalo poeta resistente se atreva a perjudicar tu numen ni tu estampa; son esos funcionarios los que te sentarán –sin faltar la escolta del jurado- en sus sillas de escarnecedores para el flashazo de la prensa, el archivo municipal y más de algún cariñoso álbum personal; son esos pastores y sancerdotes los que bendecirán tu paso por esta tierra de cuaresma; son esos empresarios los que sumaron migajas para reunir los cinco mil dólares que deducirán de sus falsos reportes financieros y con los que pondrás baldosas relucientes y una nueva cadenita para descargar tus excretas en tu baño de Villa Clara.

Yo me pregunto y te pregunto, Boitel ¿Qué sostiene tu palabra? ¿Con quiénes hace causa común? ¿Con los humillados de la tierra o con quienes reparten muerte y la barnizan de poesía? La poesía, Boitel, no es esa escalera de huesos inocentes hincada en medio de la sangre de los mártires y por la cual pretendes ascender a la alcoba de los poderosos, donde no hay más que sodomía y sombra. Para nosotros, poetas, hombres y mujeres hondureños que resistimos el embate del imperio y su barbarie, nuestra palabra no tiene precio y es nuestra máquina de guerra contra las inequidades. Así fue también para José Martí, para Roque Dalton… ¿Recordás el Festival de Poesía El turno del ofendido, donde nos encontramos y me dedicaste uno de tus libros: “Para Samuel, esta Sagrada estación,… por tu pueblo heroico”? ¿De dónde salen esas palabras tuyas? ¿Son nada más un camuflaje necesario para asistir a festivales donde se canta y se construye la libertad de los oprimidos? ¿A qué acciones legales o gestos poéticos te has unido en defensa de, por ejemplo, los cinco hermanos cubanos presos en cárceles estadounidenses? ¿Ya leíste los poemas del libro “Un lugar de retiro”, de Tony Guerrero? Seguramente no valen cinco mil dólares. Valen lo que la poesía -como la expresión más elevada de la evolución humana- expresa en términos de dignidad, de construcción de libertad más allá de los muros y los centinelas, de resistencia contra el asecho de la muerte; y para eso no hay trueque posible.

¿Qué por qué te decimos todo esto? Porque es la manera en que entendemos y creímos que entendías la poesía como oficio de vida, en contra de los asesinos y los enterradores, de quienes recibirás ese premio a la veleidad, al vacío, a la ignominia, al blanqueo de una realidad mortal patrocinada por quienes te darán esos cinco mil dólares.

Dicen que Rigoberto y otros compañeros dijeron que no había que “politizar” el premio, que “la poesía es la poesía” (sic). Desafortunadas palabras de un poeta caído en desgracia al prestarse como jurado, como empleado interino de Ricardo Álvarez. De un hombre ingenuo, bisoño como vos, Boitel, tal vez podría entenderse esa expresión, pero no de un poeta que hasta ese día demostró un compromiso ejemplar con la poesía y su contenido vital. Contra eso también renegamos, como el cuerpo que se duele ante la cercenación o engangrenamiento de uno de sus miembros. Por mucho que  a vos, Boitel, y a Rigo les parezcan impertinentes nuestras expresiones de repudio por su participación en esa fantochada, consideren que todavía, in extremis, intentamos arrancarles un gesto de dignidad. Por supuesto que no haremos ninguna colecta para compensar los dineros que corresponden a su premiación y funciones como jurado, ya que esto sería emular la compra de conciencias con que Ricardo Álvarez, el régimen y sus financiadores intentan cubrir la sangre que, imborrable, corre por sus oficinas y sus manos. Debería bastar la dignidad para esa decisión.

Pero ya que estás aquí, Boitel, y parece improbable que des ese paso de desmarque de un régimen brutal que te premia, ojalá asumas, al menos, que en el momento en que recibas ese cheque te convertirás en ese alguien que “se despide en la arena” y sube a la nave de los mercenarios.

Samuel Trigueros
Tegucigolpe, 5 de abril de 2011

 ___________________


Mi opinión, Boitel

Luis Manuel Pérez Boitel decidió aceptar los 5,000 dólares que la alcaldía de Ricardo Álvarez daba al ganador se sus juegos florales. Digo que se decidió por los 5,000 verdes y no por la poesía.

La poesía puede ser esa dulce remembranza que tanto detestaba Ciorán (por cultivar lo anacrónico, decía, por cultivar la memoria) o bien puede ser esa arma descargada para batirse en duelo con el futuro. La poesía sería entonces una caja de resonancias donde un triste muñeco de cuerda bate sin cesar la marcha triunfal de los estetas... o, en el mejor de los casos, la poesía sería la palanca con que los sensibles mueven al mundo...

 En el peor de los casos, decidirse por la poesía puede ser como el caballero que se dilata ante un ropero de vastas proporciones, un caballero que ha sido invitado a tres fiestas en la noche y debe elegir su ajuar para impresionar a los tres diferentes públicos. Yo creo que eso le ha pasado a Luis Manule Pérez Boitel, más allá de aquello de que "nadie va a ayudarme a arreglar mi casa en Cuba, nadie" (sic)

 Hace apenas dos semanas que la maestra Ilse Velásquez fue asesinada por la policía de Honduras, así que no es un hecho que haya sucedido hace dos años. La lógica de la represión en nuestro país ha ido en aumento a tal grado que ha sido imposible mediatizar la masiva violación de derechos humanos, por lo cual, la memoria dolorosa y furibunda está más que fresca en todos aquellos que aborrecemos la humillación y la persecución. A Boitel, Honduras le ha dado razones tras razones para no aceptar este premio inmisericorde, pero aún así, Boitel se ha decidido.

 Aún no se despeja el humo de las cientos de lacrimógenas lanzadas a mansalva, aún los maestros y el FNRP mantienen en pie de lucha a miles en el país, pero ¿qué hubiera decidido Boitel si la premiación hubiera sido entregado, digamos, un 28 de marzo, hace una semana? Los asesores culturales hubieran urgido a Ricardo para posponer la entrega y evitarse la confrontación situacional, pero Boitel ¿qué hubiera decidido?

Decidirse por la poesía es decidirse por la vida, decidirse por un premio en medio de la represión ¿es decidirse por la muerte? La absoluta mayoría de intelectuales cubanos ha estado al lado de la Resistencia hondureña, ha sufrido como suya la represión indiscriminada, ha firmado cartas solidarias y empeñado su palabra digna en defensa de la lucha histórica de los excluidos en Honduras, pero ¿forma parte Boitel de esa mayoría que aprendió a estructurarse con firmeza? Lo dudo, y eso me ha enseñado a revalorar muchos aspectos de la construcción revolucionaria en el ser y por lo tanto, en sus consecuencias de vida, algo que no enseña ningún tomo teórico ni puede mediatizar ninguna mass media.

Si es así, la llegada de Boitel nos ofrece una oportunidad inédita de aprender -aceleradamente- en cuanto a los alcances de nuestras expectativas, sin permitirnos caer en el desánimo, por supuesto. Decidirse por la lucha popular aportando la estructuración del pensamiento y de la creatividad intelectual no es sólo decidirse por la fe en lo humano que se libera, sino que también, es decidirse por reconocer a fondo lo humano, lo veleidosamente humano del artificio poético que habla de libertad, que posa con la libertad y que hace de la libertad ornamento, suave palabra acomodada en el verso.

Fabricio Estrada

 ________________________________________


Boitel, paladín de la poesía iberoamericana para los golpistas hondureños

Ida Garberi


“Bienaventurados sean los perdedores, y malditos sean quienes
confunden el mundo con una pista de carreras y lanzados a las cumbres
del éxito trepan lamiendo hacia arriba y escupiendo hacia abajo.
Bienaventurados sean los indignados, y malditos sean los indignos”.

Eduardo Galeano


Me siento muy mal, mi sangre hierve en mis venas cuando leo lo que el oportunista Boitel declaró a uno de los periódicos más golpistas de Honduras:
“Los Premios Florales son convocados por un ente gubernamental. ¿Cómo valora este tipo de iniciativa? Realmente, este es un hecho claro de apostar por la poesía, en casa de una tía en Cuba recuerdo un cartel que decía ‘La poesía es el alma de los pueblos’ y es realmente admirable el compromiso de todas las instituciones involucradas en este convocatoria. Su entendimiento humano y la necesidad de llevar la poesía a todos lados como la esencia de los pueblos”.

Aquí pongo el link para leer todo.....

http://www.elheraldo.hn/Vida/Ediciones/2011/04/06/Noticias/El-paladin-de-la-poesia-iberoamericana

Vuelvo a preguntarle, al vendido poeta, ¿a cuál esencia, a cuál alma de los pueblos haces referencia? Yo no tengo el honor de haber nacido en tu isla gloriosa pero vivo en Cuba hace 11 años, amo esta Revolución con toda mi alma y estoy dispuesta a morir para defenderla. Por casualidad, en el recorrido por Tegucigolpe, ¿Boitel, estuviste en las cárceles donde están los presos políticos? A lo mejor te iba a encontrar con las mismas técnicas de tortura que padecieron tus compatriotas cubanos durante las gestas revolucionarias que llevaron a la liberación de tu isla heroica, el faro de todos los revolucionarios.

Los hombres de Oscar Álvarez, ministro de “inseguridad” del gobierno asesino de Pepe Lobo no tienen nada que envidiar a los torturadores cubanos, los Ventura, los Paco Perez, los Cañizares, los Carratalá. Boitel, ¿esta parte te la sabías? Bueno, yo sí porque estuve en Honduras siete meses ayudando a los hermanos y hermanas del Frente Nacional de Resistencia Popular, principalmente denunciando las violaciones a los derechos humanos. Simplemente viraste la cara hacia otro lado y recogiste el dinero del premio manchado de sangre. Creo que tu conciencia (si tienes alguna)
será la mejor crítica de tu acto irresponsable. Lo único que espero es que la maldición gitana de quien vende sus principios, te pueda alcanzar.

Y para terminar pongo las bellas palabras que escribió Gabriel Impaglione en esta ocasión, el sí es un poeta con principio:

“Ay Boitel

El régimen golpecrático de Honduras en Tegucigolpe pretende blanquear la violencia convocando a un concurso de poesía bajo el nombre de “juegos florales” o de Jugos Mortales, nunca entendí bien. Estipulan un premio de cinco mil dólares más viáticos para el ganador y arman un jurado, seguramente también bien pagado para legitimar la jugada cultural. Resulta ganador un poeta cubano que ya había hecho público su repudio al golpe en Honduras. Y contra muchos de los pronósticos el ganador, Boitel, termina viajando para recibir su dinero y sus laureles de manos de quienes ostentan el poder golpista en Tegucigolpe. Tan mal que hablaron de cubanos y socialistas y
comunistas y chavistas y todo eso los funcionarios del régimen golpista y sus sucesores golpecráticos! Y allí estuvieron todos, festejando al cubano ganador, no otra cosa que un gran gesto de tolerancia y espíritu democratico esos funcionarios tan preocupados por la cultura!

“Estás en Tegucigalpa para recibir las infames monedas por las que has vendido tu dignidad, mercado la palabra y ofendido tu origen terrestre” le dice Samuel Trigueros a Pérez Boitel con una larga tristeza un desaliento doloroso que también me amarga.
“Yo me pregunto y te pregunto, Boitel ¿Qué sostiene tu palabra? ¿Con quiénes hace causa común? ¿Con los humillados de la tierra o con quienes reparten muerte y la barnizan de poesía? La poesía, Boitel, no es esa escalera de huesos inocentes hincada en medio de la sangre de los mártires y por la cual pretendes ascender a la alcoba de los poderosos, donde no hay más que sodomía y sombra. Para nosotros, poetas, hombres y mujeres hondureños que resistimos el embate del imperio y su barbarie, nuestra palabra no tiene precio y es nuestra máquina de guerra contra las inequidades.” Le dice el Poeta Samuel Trigueros a Boitel, con pureza indignada, con transparente coraje.
“Dicen que Rigoberto y otros compañeros dijeron que no había que “politizar” el premio, que “la poesía es la poesía” (sic).” Le comenta Samuel a Boitel. Sí, así fue lo que dijeron, Salvador Madrid me escribió en su momento una larga justificación sobre los “juegos florales”. Más de lo mismo- esas frases- con las que los ganados por el olimpo se justifican del lado de los verdugos. Una pena. Larga discusión que no admite sino una breve sentencia que no admite discusión alguna, porque la poesía es una cosa y el poeta es otra y la dignidad no se rifa ni la poesía se vende.

Fabricio Estrada le escribió a Boitel: “Digo que se decidió por los 5,000 verdes y no por la poesía.” Le dice. Y le dice:  “Hace apenas dos semanas que la maestra Ilse Velásquez fue asesinada por la policía de Honduras, así que no es un hecho que haya sucedido hace dos años. La lógica de la represión en nuestro país ha ido en aumento a tal grado que ha sido imposible mediatizar la masiva violación de derechos humanos, por lo cual, la memoria dolorosa y furibunda está más que fresca en todos aquellos que aborrecemos la humillación y la persecución. A Boitel, Honduras le ha dado razones tras razones para no aceptar este premio inmisericorde, pero aún así, Boitel se ha decidido.” Le dice Fabricio a Boitel. Y me sumo a semejante claridad.
“Decidirse por la poesía es decidirse por la vida, decidirse por un premio en medio de la represión ¿es decidirse por la muerte?” le pregunta Estrada a Boitel. También se lo pregunto al poeta cubano. Boitel adhirió en su momento al repudio que los poetas, escritores e intelectuales latinoamericanos y del mundo manifestamos en ocasión del
golpe de Estado en Honduras. Qué Boitel adhirió al manifiesto? Qué Boitel repudió el golpe, los asesinatos, las torturas, la represión?
Qué Boitel acompañó la voz sin fisuras de nuestros hermanos cubanos y latinoamericanos en aquella ocasión? No encontraría espacio para ponerle punto final a una lista de poetas de nuestra Tierra angustiados por el hambre, las deudas, los picaportes rotos, las paredes despintadas, la alacena vacía, las facturas apilándose en la mesa de la cocina, los manuscritos inútiles en un cajón, los viajes siempre postergados, las librerías siempre ajenas, la incertidumbre cabalgando a sus anchas cada noche en vela. Como así también no encontraría uno de tantos poetas que en la cruel desesperación hayan vendido la dignidad por un puñado de dólares y las
lentejuelas de un salón decorado para la ocasión, fugaz y tan vergonzoso.

Si, la poesía es la poesía. Y no se vende. Ni se alquila. No blanquea regímenes torturadores y asesinos, no edulcora aristocracias explotadoras, no hace de chupamedias, señores ni de empresarios, poetas. Esto está claro. Eso sí, se toma su tiempo, pero siempre separa la paja del grano; con el grano se hace el pan de todos los pueblos, con la paja se rellenan los espantapájaros”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario