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sábado, 22 de enero de 2011

HonduLeaks 1

Perfil de la melcocha
(con ralladura de naranjo)
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¿Somos o no somos? ¿O qué somos? 
No le busque cuatro pies al gato. Cuando es renco, es renco.
Parte 1 
(Fragmentos del FB)

La puta Democracia, la feliz reputa acostándose con los Padres de la Patria, su mejor amiga... y la Patria que la tenía por santa.... ay que degenerada nos ha salido....

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La única diferencia entre Pepe y Mel es un cerco en Olancho... jajajjajajajjaj
14 de enero a las 9:45 a través de BlackBerry · Me gustaYa no me gusta · Comentar · Ver comentarios (22)Ocultar comentarios (22)
Gustavo Banegas bienc dicho Salva

Lía Del Valle jajaja... así es!!

Jackson David Cálix Barahona Los dos patean con la "ñurda" uno más disimuladamente que el otro

Jorge Alberto NO COMPARTO ESO SALVITA... MEL Y PEPE SON COMO DIOS Y EL DIABLO.... PEPE ES EL PRESIDENTE DE LA BURGUESÍA BEREBER QUE HOY ES DUEÑA DE CASI TODA HONDURAS, EN CAMBIO MEL -A PESAR QUE TIENE LA MITAD DE LAS TIERRAS DE OLANCHO-, PERO FUE EL ÚNICO POLÍTICO TRADICIONAL DE HONDURAS QUE SE ATREVIÓ A DESAFIAR AL IMPERIALISMO GRINGO Y A ESA BURGUESÍA PARASITARIA, USURERA Y ASESINA VENIDA DEL MEDIO ORIENTE..... URGE MEL COMPITA...

Salvador Madrid En verdad Jorge el comenterio da mas para la joda que para el balance polìtico, lo escribí por una versión del aburrimiento, yo no le cedo a ninguno de ellos don alguno. Sabes mi manera de pensar, lo mio està mas cerca de borrar esos nombres y entrar a la discusiòn teòrica sobre el poder!!

René Novoa No sé qué tan necesario sea una "discusión teórica sobre el poder". Es el momento de acciones frontales, de por fin tocar los intereses de la burguesía: de tocarles el capital.
Estoy totalmente de acuerdo con vos Jorge, ¡HLVS!

Salvador Madrid Ay René! No hagas apología a una broma, y SI el debate intelectual debe ser centro y no periferia, esa pereza de reflexión es la que permite que los errores políticos sean moneda de cambio! En todo caso, corto la plàtica, esto es una joda...

Marvin Valladares Drago A DECIR VERDAD YO NO ESTOY DE ACUERDO CON NINGUNO DE LOS TRES, ESE DEBATE DEL PLOMO Y DEL COBRE EN LOS PECES DEL LAGO ES MAS VIEJO QUE EL PEDO, O AQUEL DE QUE QUIEN FUE PRIMERO, SI EL HUEVO O EL AGUEVADO JAJAJAAJA, ADEMAS USTEDES TRES ME CAEN GORDO, BUENO MAS SALVA Y ESE TAL JORGE, POR QUE EL SUSODICHO RENE A REBAJADO DESPUES DE QUE SE CASO, JAJAJAAJ
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La vida no tiene nada que ver con la justicia, ni con la bondad, ni con cualquier versión del pensamiento que pretende domesticar el azar, el caos, la noble materia accidentada que se armoniza en el humano que somos. En el fondo Dios lo sabe, el idiota lo sufre y el sabio se averguenza de anteponer a la verdad la máscara del amor...
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Eva Callejas Sierra Es tuyo? Me encanta
28 de diciembre de 2010 a las 13:40 · Me gustaYa no me gusta

Salvador Madrid Hola Eva! Si, es mío.
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Salvador Madrid
Bueno...tranquilos… no se aflijan… ya tendrán un año entero, nuevecito, para seguir quejándose...Y ánimos el negocio de la paz y de la esperanza se proyecta como el mejor…
 


Si, soy un hombre contemporáneo y exigo la radicalidad de mi individualidad...no es inmoral, ni amoral, como tal me antecede una única causa, la humanista, la mas perseverante y revolucionaria de todos los tiempos...

Salvador Madrid
Yo PROTESTO. No sé contra qué pero PROTESTO...
 

Se lanzará el I Premio Iberoamericano de Poesía ¨Juegos Florales de Tegucigalpa¨ una iniciativa cultural de estatura continental. Tenemos que darle vida y hacer que se institucionalice para fundar tradición en el país!
Top of Form

María Eugenia Ramos Interesante, ¿cuándo nos vas a dar más información?

Tatiana Argueta III Detalles disponibles?

Noé Lima avisa pues....con bases y toda onda...

Ellen Verryt felicidades Salvita con ese gran trabajo .

Amigos esta es una iniciativa institucional de la Alcaldía de Tegucigalpa, detrás hay mucha gestión cultural y voluntad política, lo mejor de esta noticia es que es la primera de muchos otros proyectos, pues con el equipo de gestores que te...nemos podemos hacer más.
Me queda decirles que la promocionen y que participen, en verdad es una gran noticia! pronto sadrá la pagina web de la Oficina de Cultura Ciudadana, para que conozcan de los proyectos y de como los haremos. Un gran abrazo y sigan comentando!Ver más

René Novoa Es loable este tipo de iniciativas Salva, de verdad que me hace feliz saber que se realizará este concurso y que existe la posibilidad que se institucionalice. Bien por ustedesBottom of For

HOMENAJE MARTÍ

viernes, 21 de enero de 2011

¿LA POESÍA HA CAÍDO EN DESGRACIA?

Los ojos de la poesía están sobre Honduras
Por: Salvador Madrid
 El título de esta nota, nada tiene de presuntuoso, es verdad, centenares de poetas de Iberoamérica esperan las noticias literarias de la capital de Honduras porque se acerca la fecha del fallo del I Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa, uno de los proyectos culturales más grandes de la historia de Honduras.

Convocado por un Comité Permanente, el Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa, es un proyecto cultural de la Alcaldía del Municipio de Distrito Central que consiste en un concurso para que los poetas de Honduras y de toda Iberoamérica envíen una obra que será sometida a juicio de un jurado que se reunirá del 27 al 30 de enero en Tegucigalpa.

Lo interesante es que se presentaron al premio 628 escritores de todos los países de Iberoamérica con 628 libros. Los países de mayor participación son Honduras, Argentina, México, España, Cuba, El Salvador, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Nicaragua y Costa Rica, lo que significa que estamos ante un éxito cultural intercontinental. El jurado estará compuesto por un renombrado escritor y académico español, una poeta y académica mexicana y un poeta hondureño que serán los encargados de definir un premio único que se dará a conocer el 29 de enero. En el contexto de reunión del jurado están programadas lecturas de poesía y conferencias, además de la lectura del fallo; todas estas actividades se anunciarán por los medios de comunicación, la entrada es abierta y gratuita.

Los Juegos Florales son un rescate cultural, pues  se han convocado esporádicamente, por ejemplo en una edición de 1978 fue premiado el poeta Pompeyo del Valle por el libro Ciudad con dragones que será reeditado en el contexto de las actividades de entrega del premio en el mes de abril.

El I Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa tiene tres etapas: la convocatoria (en esta edición duró casi cuatro meses), el análisis y selección de obras por un jurado de especialistas que en la última semana de este mes de enero dará su veredicto sobre la obra ganadora y la entrega del premio en la última semana de abril, donde se galardonará al escritor seleccionado por el jurado, con un reconocimiento en metálico de USD 5,000.00 y la edición de su obra en un tiraje de 3,000 ejemplares en versión de lujo, rustica y se contempla la edición popular en un tiraje de 5,000.

Este proyecto cuenta con el respaldo institucional y material del Centro Cultural de España en Tegucigalpa, La Cooperativa Sagrada Familia, La Secretaría de Turismo de Honduras, El Banco Central de Honduras, La Embajada de México en Honduras, Consejo Hondureño de la Empresa Privada, SEPLAN y Dowal School. El Alcalde Ricardo Álvarez comento qué ¨está sorprendido y satisfecho por la respuesta de los poetas hondureños y de Iberoamérica porque han creído y apoyado este premio literario que debemos fortalecer pues es una celebración cultural que se merece la ciudad capital de Honduras¨  y reafirmó su compromiso de convocarlo en todos los años que dure su periodo como edil de la ciudad


 


Señores participantes y señores jurados, a ustedes les dejamos la tarea de investigar quiénes son las personas que están detrás de las siguientes organizaciones que apoyan estos Juegos Florales: Alcaldía de Tegucigalpa, Centro Cultural de España en Tegucigalpa, Cooperativa Sagrada Familia, Secretaría de Turismo de Honduras, Banco Central de Honduras, Embajada de México en Honduras, Consejo Hondureño de la Empresa Privada, SEPLAN y Dowal School. Adivina adivinador: tiene color rojo y huele a pólvora, le llaman “sucesión constitucional” y para nada tiene que ver con el golpe de Estado de un oprimido país bananero.

Bueno, en el cubil de este colectivo (no nos gusta esta palabra con tufito a grupos que tampoco nos gustan), formado por tres miembros, Goyo S., José K. y Juan Lector, ego el de este último que prevalece por la simple razón de la antigüedad, hemos discutido mucho sobre la creación de la entrada que estás leyendo en este momento, querido lector.  Sabemos que es un tema delicado, pues intervienen asuntos muy sensibles en materia literaria y política: el I Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa. ¿Por dónde empezar? Empecemos por los lectores. Sí, esa minoría que también debe despertarse. ¿Cómo es posible que hasta hoy nadie ha dicho ni una sola palabra sobre este concurso de poca monta (que no monto)? Bueno, admitimos que no hemos leído todas las páginas de la blogósfera pero hemos buscado y buscado y todo mundo calladito y bien gracias por esta iniciativa tan generosa. Señores lectores, señores blogueros, señores poetas, señoras y señores, ¿qué acaso nadie siente nada en este país de ciegos? Nosotros, desde el primer día que fue anunciada la convocatoria, quisimos manifestarnos. Pero, por un lado, no queríamos comenzar el blog hablando de algo que no fuera un libro, y tampoco queríamos incitar a la no participación en este concurso, pues muchas máscaras habrán de caer con él tarde o temprano, como caerá la nuestra. Con la gran diferencia de que la nuestra estará manchada de anonimato y, para muchos, cobardía, mientras que la de algunos estará manchada de su carencia ética.

Pero vayamos despacio en el asunto. “I Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa”. Señores, perdonen, qué risa. ¿No les decimos pues que al hondureño iletrado con ínfulas de intelectual le encantan las pompas? “Este premio de talla iberoamericana tiene como objetivo celebrar la poesía”, nos dice la convocatoria. Uno de sus promotores, el señor Salvador Madrid, hace una variación en su página de Facebook y nos informa que es “de talla continental” y que el objetivo es crear “tradición” (¿literaria?). ¡Pero es que esto es ridículo! No porque un premio no pueda llamarse iberoamericano, hispanoamericano, mundial o lo que les dé la gana. El problema es cuando aparece junto a una propuesta tan conservadora como “Juegos Florales”. Señores, “Juegos Florales” es una tradición ya desfasada, herencia de la antigua Roma, un término que incluso tuvo su decaída en el siglo XVI y que apareció por iniciativas monárquicas en el XIX, y el en XX  la siguieron impulsando los dictadores con la típica muchachita del reinado, con su respectivo ramo de flores, vestido y todo. Y ahora, en el siglo XXI, aún quedan vestigios de tal tradición. ¿Es negativa esta tradición? No lo sabemos a ciencia cierta, pero sin duda es conservadora (RAE: Dicho de una persona, de un partido, de un gobierno, etc.: Especialmente favorables a la continuidad en las formas de vida colectiva y adversas a los cambios bruscos o radicales). No sabemos si ustedes, queridos lectores, pero nosotros no esperamos otra cosa de un poeta que no sea el rompimiento de las “continuidades”: esperamos de un poeta justamente esos cambios bruscos y radicales en una sociedad tan retardada como la nuestra. Por eso, ¿cómo es que un premio tan ambicioso en sus postulados, tan ridículo con su aspiración “iberoamericana”, nos sale con un sentido tan carente de la modernidad? ¿Saben por qué? Sí, nosotros tenemos una respuesta: porque detrás de ese premio no hay poesía, no hay inteligencia. ¿Por qué no haberlo llamado Premio Hispanoamericano Juan Ramón Molina, por poner un ejemplo? No es que este premio desborde de modernidad, pero al menos podría aspirar a recordar el espíritu combativo de Molina, el espíritu moderno de Molina, su arrolladora entereza ÉTICA. ¡Pero claro que no! ¿Cómo llamar a un premio con el nombre de un personaje que siempre estuvo contra el poder, que no cerró la boca para criticar a Terencio Sierra, que no bajó la cabeza para pedir clemencia incluso cuando tuvo que picar piedra como reo? ¿Cómo llamarlo así, si el premio no tiene ese espíritu, si el premio más bien carece de todo espíritu?

Qué fácil se delata y se cae la máscara de las mentiras, vean lo que dice la convocatoria: “Este premio es abierto, democrático, no será determinista con la homogenización de un ideal estético o político, no vetará expresión alguna y enaltecerá el arte y la humanidad”. Señores, ¿hace falta la palabra “democrático”? Revisen nuestros lectores cualquier concurso de poesía del mundo a ver si alguno menciona esa palabra. ¿Saben por qué mencionan esa palabra? Porque detrás de ese escudo de la Alcaldía de Tegucigalpa lo que menos existe es la palabra “democracia”. Esa palabra, “democrático”, está ahí porque es parte del discurso de quienes oprimen a este país y lo mantienen en el oscurantismo. La palabra democracia es una palabra que le urge, por ejemplo, a un gobierno que surge de un golpe de Estado, le urge a un gobierno que la comunidad internacional todavía no reconoce, le urge a un gobierno que no fue electo democráticamente, o sea, un gobierno que salió de unas urnas a las que acudieron menos del 20% de la población y que luego dijeron que fueron las elecciones más votadas de la historia de Honduras. Piénselo, señor lector, piense en esa palabra, qué hace esa palabra “democrático” en las bases de un premio de poesía. Y ahí mismo, en la misma línea, nos garantizan que “no será determinista con ningún ideal estético ni político, no vetará expresión alguna…” Nos reímos de nuevo. “No vetará expresión alguna”, ja, ja, ja, ¿por qué esa aclaración? ¿Acaso en este país de las maravillas, en este país tan bonito, blanquito y pacífico, tan desarrollado en sus valores culturales y cívicos, alguna vez le han cerrado la boca a alguien? El Comité Permanente de los Juegos Florales, es decir, los organizadores de este premio, está integrado por un grupo variopinto y extraño: señoras y señoreeeeeees, con ustedes… a su derecha… en la categoría de pesos pesados: Rolando Kattán, Salvador Madrid y Augusto Argueta. A su izquierda, en la categoría libre, con ustedes, el señor Jorge Amaya. En medio, actuando en representación de la categoría femenina, la señora Yadira Eguigure. Datos curiosos de nuestro comité, facilitados por un amigo de este blog: Rolando Kattán y Salvador Madrid: fundadores de Paíspoesible, vaya currículum. Augusto Argueta: miembro activo del Partido Nacional, activista de Pepe Lobo y ahijado de... ¿adivinen quién? Sí, lo han adivinado: el señor alcalde Ricardo Álvarez. ¿Qué hacen Jorge Amaya  y Yadira Eguigure en ese comité? No sabemos bien, pero ya nos informarán nuestros corresponsales… Todos ellos, con seguridad, argumentan la defensa de la poesía y aseguran, según la convocatoria, que este premio “enaltecerá el arte y la humanidad”. Cómo no, Chon. O son todos unas mansas palomitas ingenuas o están más ciegos que la gallinita ciega. Juntemos los pedazos. Adivina adivinador, cuál es el denominador común en estas palabras: alcaldía municipal, juegos florales, “premio democrático”, “determinista”, “ideal poítico”, Tegucigalpa, Ricardo Álvarez. Hay muchos nombres para ese denominador común, pero en este blog nos quedamos con uno, que es el objetivo que sospechamos: legitimar a un gobierno no democrático a través de un XXXX “poeta” (en xxxx las palabras no permitidas en el blog).  Ricardo Álvarez debe haberse puesto la mar de contento con la idea de un premio “de talla continental”, y no se ha hecho esperar para manifestar palabras de felicidad, pues según comenta Salvador Madrid en su Facebook, el alcalde “está sorprendido y satisfecho por la respuesta de los poetas hondureños y de Iberoamérica porque han creído y apoyado este premio literario que debemos fortalecer pues es una celebración cultural que se merece la ciudad capital de Honduras”.

Vamos a recordarles a nuestros lectores quién es Ricardo Álvarez y a ver si su ahijado o su Comité Permanente de los Juegos Florales nos lo replica: ¿no fue este alcalde el que recibió para la gestión de su alcaldía 75 millones de lempiras de parte del gobierno de facto de Roberto Micheletti? ¿No fue este alcalde el que llegó a la casa presidencial durante la presidencia de facto de Micheletti  y al ser increpado por una periodista sobre su posición de doble moral dijo:  “Vengo a donde el presidente constitucional de la república” (sic.)?




En La Tribuna del 23 de julio del 2009, aparece el siguiente texto, al referirse a las marchas en las que participaba Ricardo Álvarez: “Durante el recorrido los manifestantes, vestidos de blanco en su mayoría, gritaron consignas de desprecio al depuesto mandatario Zelaya, a los miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Asimismo, contra la Organización de los Estados Americanos (OEA), países europeos”. Y más tarde, o mejor dicho, más recientemente, dijo: “La reconciliación pasa por el reconocimiento de que todos hemos fallado, yo hoy pido disculpas y pido perdón si me equivoqué, si humillé a alguien, si ofendí a alguien, si hice algo incorrecto en el camino”. ¿A qué se referirá con esas equivocaciones?, ja, ja. 


Ricardo Álvarez y Roberto Micheletti


¿Por qué estamos hablando de estos hechos, si supuestamente nos interesa solo la literatura? Pues porque estos hechos prostituyen la poesía, ya que el dichoso premiecito tiene como principal promotor a un político que, desde la ambigüedad (¿o claridad?) de su discurso y sus actos, parece estar vinculado a un capítulo de las páginas más oscuras de este país.

 Señores, ¿alguna vez vieron ustedes una cuantía tan promocionada de 5000 dólares para la poesía en este país? ¿Alguna vez alguna actividad de la Alcaldía buscó reivindicar la poesía hondureña a niveles continentales? ¿Está mal que a un poeta se le dé 5000 dólares y una publicación de 8000 ejemplares? Claro que no, lo que más quisiéramos es que se invirtiera siempre así en cultura. ¿Saben por qué tanto dinero y tanta publicación y tanta promoción? Porque no hay conciencia. Porque ese dinero no es para la cultura ni para la poesía, es para la buena salud de la imagen de la clase política hondureña, es para limpiar la sangre de sus corbatas con la servilleta de la poesía. Bien, vamos a creer en  la buena fe del Comité Permanente, creamos aunque sea hipotéticamente. ¿Pero cuál es la explicación a nuestros argumentos? Nos dirán que la poesía hondureña crecerá por este premio. Nos dirán que gracias a este premio se creará “tradición”, como insinúan algunos. ¿Acaso alguna vez un premio ha creado a un poeta? Pero sí, es verdad que un premio es un excelente reconocimiento a un poeta. Pero si quieren hacer un reconocimiento a un poeta, ¿por qué hacerlo a través de los responsables del golpe de Estado?, ¿por qué pactar con el poder para que el poder sea el que le otorgue prestigio a un premio? Dirán que no hay de otra en Honduras. Dirán que hay que aprovechar el dinero para la poesía antes de que el poder lo aproveche para robarlo. Pero entonces la ética y la poesía le vale un comino y ésta, como dice el poeta Juan Carlos Mestre, que nos visitó hace unos años, ha caído en desgracia. En la desgracia de los snob, de los que andan de muy gestores culturales, de los que no ven que la mano que les da de comer es la que después les pasará factura, como toda buena mafia. (A ver si no nos decepciona el señor Mestre formando parte del tal jurado, puesto que parece que hay un español, a ver quién resulta ser el que ignora la situación en la que Honduras se encuentra). Si un premio es lo que querían para reconocer la labor de un poeta, por qué entonces no procedieron con un poco más de sencillez. Verbigracia: conseguir apoyo con un organismo no gubernamental y que el premio fuera apenas la publicación del libro con un jurado de prestigio. No nos digan que no hay apoyo para una humilde edición de 1000 ejemplares, que puede costar unos 35 mil lempiras. Pregúntenle a Katia Lara cómo consiguió dinero para su documental Quien dijo miedo.  Sí, señores, un premio honorífico, un premio ético. No es el dinero y los miles de ejemplares que van a dar valor a un poemario, ahí están de ejemplo premios españoles de editoriales prestigiosas como Rialp, Hiperión, Pre-Textos.

Nos dicen que se han presentado al premio 628 autores, una cifra respetable. Esos “poetas” que se presentaron, ¿celebran la poesía?, ¿tienen un poco de respeto y dignidad por las víctimas del golpe de Estado? Hay poetas de Argentina, México, España, Cuba, El Salvador, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Nicaragua y Costa Rica participando en este premio. Ignoran sin duda las circunstancias políticas de nuestro país y no saben que sus libros están concursando para que la población hondureña recuerde a su buen alcalde como un protector de la poesía y los valores humanos. Pero entendemos que por 5000 dólares es fácil hacerse los desentendidos.

Nos dicen que “el jurado estará compuesto por un renombrado escritor y académico español, una poeta y académica mexicana y un poeta hondureño que serán los encargados de definir un premio único que se dará a conocer el 29 de enero”. Pobres ingenuos. O a lo mejor desconocen el dolor de un pueblo que sangra por un golpe de Estado y por un gobierno que representa vileza, corrupción e ignorancia. ¿Quiénes serán esos “poetas” y “académicos”? La poesía, según lo que se nos había dicho, es inteligencia, belleza y exaltación del ser humano, ¿será que estos poetas y académicos también así lo creen?

Señores participantes y señores jurados, a ustedes les dejamos la tarea de investigar quiénes son las personas que están detrás de las siguientes organizaciones que apoyan estos Juegos Florales: Alcaldía de Tegucigalpa, Centro Cultural de España en Tegucigalpa, Cooperativa Sagrada Familia, Secretaría de Turismo de Honduras, Banco Central de Honduras, Embajada de México en Honduras, Consejo Hondureño de la Empresa Privada, SEPLAN y Dowal School. Adivina adivinador: tiene color rojo y huele a pólvora, le llaman “sucesión constitucional” y para nada tiene que ver con el golpe de Estado de un oprimido país bananero.

Hay una cosa que sí es cierta en todo lo que hemos visto de la publicidad de estos Juegos, y es que aseguran: “los ojos de la poesía están sobre Honduras”. Eso es verdad, aquí están los ojos muertos de la poesía, aquí la poesía tiene una corona de juegos florales.

GENTE-CACA

Gran circo



Julio Escoto

 La oxigenación que, contra su propósito, trajeron los acontecimientos de 2009 al contexto hondureño ––desengaño, dolor y consecuente reflexión–– mostró que lo que brillaba no era oro sino cobre barato, y que los metales donde se asentaba la vida cívica hace largo tiempo se habían herrumbrado. Los partidos políticos ––que tales eran esos metaloides–– exhibieron en la crisis tantas contradicciones doctrinarias que se negaron como entes societarios y creció entre la población la certeza de que por décadas se habían transformado exclusivamente en órganos de control de poder, en cámaras para manipulación del presupuesto gubernativo y en agentes de intereses ajenos a la conveniencia pública. De Junio de ese año en delante fue precisándose la percepción de que en el país vivíamos una larga operación de maquillaje y ocultamiento, de falsa orquestación democrática, a cuya sombra legiones de "líderes", activistas y empresarios acumularon fortunas frecuentemente nacidas de la corrupción. Fue la decantación, como cuando los líquidos espesos asientan detritus y se aclaran arriba, dejando ver virtudes y defectos.

De esa manera se conoció en aquel entonces quiénes respondían a éticas políticas y quienes a codicia personal; los que eran demócratas y quienes ––contra sus declaraciones–– ocultos autoritarios, tiranos y manipuladores violentos. Fue cuando acuñé el término descriptivo "gente-caca", que carece de voluntad ofensiva. Es un vocablo valorativo racionalmente apoyado y que no vacilo en aplicar a quienes lo ganaron: aquellos que son ignorantes políticos, intelectos atrasados, retrógrados en lo social, fanáticos ultraconservadores y residuos de marchitas guerras frías, además de moralmente malos. Carecen de humanismo y llego a dudar que sean humanos, pues las bestias dialogan, conviven, se conducen mejor.

Esta semana hubo circo. A raíz de las modificaciones propuestas al artículo 5 de la Constitución nueve payasos pidieron el ruedo. Los más toscos y momificados de ellos aseveraron, como desde el CCEPL y el Cardenal Católico, "que el pueblo no está preparado para cambios sustanciales"… ¡Cuánta lejanía, qué terrible distancia exhiben esos supuestos líderes con respecto a su población electoral! Ignorantes de la toma de conciencia que ellos mismos provocaron con el rompimiento constitucional, subestiman y desconocen a sus seguidores reduciéndolos a masas incultas y volubles, lo que en modos globales ya no son. Aquellas recuas de campeños, encaramadas a camiones para llevarlas a sufragar, se extinguieron y fueron sustituidas por profesionales, clase media y una generación obrera informada, aunque todavía no presta a concretar el pensamiento en praxis. El clima mismo de la ansiedad democrática varió después del golpe y pasó de ser deporte partidista a urgentísima necesidad de cambios sustanciales en todos los planos: económico, social, cultural y sobre todo ético. Lo menos que esos firuliches debieron percibir es que el pueblo se harta de ellos y de su demagógico estilo de gobernar.

Honduras no es el segundo país más atrasado de América por voluntad divina ni por ausencia de recursos humanos y materiales. Lo es porque cuatro lóbulos craneales de su viciosa élite partidista practican pensamientos de pulpería y subdesarrollo, porque tal dirigencia es técnicamente incapaz de superar sus criterios prejuiciados y decimonónicos, y porque, carente de vigor moral, prefiere prostituirse con enriquecimiento ilícito en esta vida que dejar huella honesta a la posteridad. Centurias hace que la república dejó de producir modelos heroicos y ejemplares de conducta para adultos y para la juventud.

Cuando en Honduras los hombres dejaron de acometerse de frente, con valentía, y recurrieron al crimen por sorpresa y traición, la vieja moral colapsó pero tampoco dio paso a nuevos valores. Sobrevivieron ciertas rémoras, cadáveres o antigüedades mentales que pretenden todavía conducir a la nación. Pero para suerte los circos son efímeros y aunque con nostalgia pronto desaparecen del entorno, y con ellos esa clase ridícula de políticos que atrasa el avance de los mundos. Se van con la vida o los sepulta la historia.

http://www.elheraldo.hn/Ediciones/2011/01/17/Opinion/Gran-circo

jueves, 20 de enero de 2011

¡BASTA DE COBARDÍA EJECUTIVA!


ORGANICEMOS Y EJECUTEMOS LA MOVILIZACION YA
Tomás Andino
Mientras en las asambleas de la Resistencia discutimos si vamos a elecciones, el Gobierno de facto DESTRUYE UNA  A UNA NUESTRAS CONQUISTAS SOCIALES. Solo en las ultimas 48 horas ha emprendido una ofensiva de medidas anti populares en varios frentes a la vez. Cito las mas relevantes:

Aprobacion de las reformas constitucionales sobre las Ciudades "Modelo"
Derogacion por recurso de inconstitucionalidad del Decreto 18-2008 con el cual ahora quita tierras a los campesinos
Derogacion del Estatuto del Docente Hondureño
Reformas a la Constitucion para arrebatar a la UNAH su atribuciones sobre la educacion superior

Y quien sabe cuantas mas tiene en reserva para los proximos dias u horas!

ES HORA DE SALIR DE LA INMOVILIZACION!

Frente a esa ofensiva, sigamos el ejemplo de los campesinos y maestros que HOY salieron a la lucha con tomas de carreteras y protestas.

Es urgente que este fin de semana haya un encuentro de organizaciones populares que coordine acciones para hacer retroceder al Congreso, a la Presidencia y a la Corte Suprema en sus pretenciones. De ese encuentro debiera salir un plan de lucha coordinado para la proxima semana.

La movilizacion del 27 de enero no debe ser solo una "marcha" mas, sino parte de ese plan de lucha que haga sentir al regimen la presion del movimiento popular sobre los intereses de la oligarquia.

Todos estos movimientos podrian converger en una Huelga General al mediano plazo si utilizamos estos hechos como combustible para PREPARARLA DESDE LAS BASES, pues los dirigentes de las centrales, no muestran interes en hacerlo.

SOLIDARIDAD CON LOS CAMPESINOS(AS) Y LAS MAESTROS(AS) YA!!!

SI EL PUEBLO
NO SE MOVILIZA,

LA REVOLUCIÓN
SE FOSILIZA

VIDA Y MUERTE POR EL FRENTE,
CON O SIN DIRIGENTES

VOLVAMOS A LAS CALLES
¿QUIÉN DIJO MIEDO?
A PARAR LA MAQUINARIA GOLPISTA

¡CONSTITUYENTE YA!
¡REVOLUCIÓN, CARAJO!

martes, 18 de enero de 2011

EL ESCRITOR DEBE ESCRIBIR LA VERDAD, NO RECHAZARLA, OCULTARLA NI DEFORMARLA.


Las cinco dificultades para decir la verdad

Bertolt Brecht
1934


El que quiera luchar hoy contra la mentira y la ignorancia y escribir la verdad tendrá que vencer por lo menos cinco dificultades. Tendrá que tener el valor de escribir la verdad aunque se la desfigure por doquier; la inteligencia necesaria para descubrirla; el arte de hacerla manejable como un arma; el discernimiento indispensable para difundirla. Tales dificultades son enormes para los que escriben bajo el fascismo, pero también para los exiliados y los expulsados, y para los que viven en las democracias burguesas.


1. El valor de escribir la verdad

Para mucha gente es evidente que el escritor deba escribir la verdad, es decir, no debe rechazarla, ocultarla, ni deformarla. No debe doblegarse ante los poderosos; no debe engañar a los débiles. Pero es difícil resistir a los poderosos y muy provechoso engañar a los débiles. Incurrir en la desgracia ante los poderosos equivale a la renuncia, y renunciar al trabajo es renunciar al salario.

Renunciar a la gloria de los poderosos significa frecuentemente renunciar a la gloria en general. Para todo ello, se necesita mucho valor. Cuando impera la represión más feroz gusta hablar de cosas grandes y nobles. Es entonces cuando se necesita valor para hablar de las cosas pequeñas y vulgares, como la alimentación y la vivienda de los obreros. Por doquier aparece la consigna: “No hay pasión más noble que el amor al sacrificio”.

En lugar de entonar ditirambos sobre el campesino hay que hablar de máquinas y de abonos que facilitarían el trabajo que se ensalza. Cuando se clama por todas las antenas que el hombre inculto e ignorante es mejor que el hombre cultivado e instruido, hay que tener valor para plantearse el interrogante: ¿mejor para quién?

Cuando se habla de razas perfectas y razas imperfectas, el valor está en decir: ¿es que el hambre, la ignorancia y la guerra no crean taras? También se necesita valor para decir la verdad sobre sí mismo cuando se es un vencido. Muchos perseguidos pierden la facultad de reconocer sus errores, la persecución les parece la injusticia suprema; los verdugos persiguen, luego son malos; las víctimas se consideran perseguidas por su bondad. En realidad esa bondad ha sido vencida. Por consiguiente, era una bondad débil e impropia, una bondad incierta, pues no es justo pensar que la bondad implica la debilidad, como la lluvia la humedad. Decir que los buenos fueron vencidos no porque eran buenos sino porque eran débiles requiere cierto valor.

Escribir la verdad es luchar contra la mentira, pero la verdad no debe ser algo general, elevado y ambiguo, pues son estas las brechas por donde se desliza la mentira. El mentiroso se reconoce por su afición a las generalidades, como el hombre verídico por su vocación a las cosas prácticas, reales, tangibles. No se necesita un gran valor para deplorar en general la maldad del mundo y el triunfo de la brutalidad ni para anunciar con estruendo el triunfo del espíritu en países donde éste es todavía concebible. Muchos se creen apuntados por cañones cuando solamente gemelos de teatro se orientan hacia ellos. Formulan reclamaciones generales en un mundo de amigos inofensivos y reclaman una justicia general por la que no han combatido nunca. También reclaman una libertad general: la de seguir percibiendo su parte habitual del botín. En síntesis, sólo admiten una verdad: la que les suena bien.

Pero si la verdad se presenta bajo una forma seca, en cifras y en hechos, y exige ser confirmada, ya no sabrán qué hacer. Tal verdad no les exalta. Del hombre veraz sólo tienen la apariencia. Su gran desgracia es que no conocen la verdad.


2. La inteligencia necesaria para descubrir la verdad

Tampoco es fácil descubrir la verdad. Por lo menos la que es fecunda. Así, según opinión general, los grandes Estados caen uno tras otro en la barbarie extrema. Una guerra intestina que se desarrolla implacablemente puede degenerar en cualquier momento en un conflicto generalizado que convertiría nuestro continente en un montón de ruinas. Evidentemente, se trata de verdades. No puede negarse que llueve hacia abajo: numerosos poetas escriben verdades de este género. Son como el pintor que cubría de frescos las paredes de un barco que se estaba hundiendo. El haber resuelto nuestra primera dificultad les procura una cierta dificultad de conciencia. Es cierto que no se dejan engañar por los poderosos, pero ¿escuchan los gritos de los torturados? No; pintan imágenes. Esta actitud absurda les sume en un profundo desconcierto, del que no dejan de sacar provecho; en su lugar otros buscarían las causas. No crea que es cosa fácil distinguir sus verdades de las vulgaridades referentes a la lluvia; al principio parecen importantes, pues la operación artística consiste precisamente en dar importancia a algo, pero hay que mirar la cosa de cerca: se darán cuenta de que no dejan de decir: no puede impedirse que llueva hacia abajo.

También, están los que por falta de conocimientos no llegan a la verdad y, sin embargo, distinguen las tareas urgentes y no temen a los poderosos ni a la miseria. Pero viven de antiguas supersticiones, de axiomas célebres a veces muy bellos. Para ellos el mundo es demasiado complicado: se contentan con conocer los hechos e ignorar las relaciones que existen entre ellos.

Me permito decir a todos los escritores de esta época confusa y rica en transformaciones que hay que conocer el materialismo dialéctico, la economía y la historia. Tales conocimientos se adquieren en los libros y en la práctica si no falta la necesaria aplicación. Es muy sencillo descubrir fragmentos de verdad e, incluso, verdades enteras. El que busca necesita un método, pero puede encontrarse sin método, o sin objeto que buscar, inclusive. Sin embargo, ciertos procedimientos pueden dificultar la explicación de la verdad: los que la lean serán incapaces de transformar esa verdad en acción. Los escritores que se contentan con acumular pequeños hechos no sirven para hacer manejables las cosas de este mundo. Pues bien, la verdad no tiene otra ambición. Por consiguiente, esos escritores no están a la altura de su misión.


3. El arte de hacer la verdad manejable como arma

La verdad debe decirse pensando en sus consecuencias sobre la conducta de los que la reciben.

Hay verdades sin consecuencias prácticas; por ejemplo, esa opinión tan extendida sobre la barbarie: el fascismo sería debido a una oleada de barbarie que se ha abatido sobre varios países, como una plaga natural. Así, al lado y por encima del capitalismo y del socialismo habría nacido una tercera fuerza: el fascismo. Para mí, el fascismo es una fase histérica del capitalismo y, por consiguiente, algo muy nuevo y muy viejo. En un país fascista, el capitalismo existe solamente como fascismo. Combatirlo es combatir el capitalismo, bajo su forma más cruda, más insolente, más opresiva, más engañosa.

Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo -que se condena- si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.

Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.

Los demócratas burgueses condenan con énfasis los métodos bárbaros de sus vecinos, y sus acusaciones impresionan tanto a sus auditorios que éstos olvidan que tales métodos se practican también en sus propios países.

Ciertos países logran todavía conservar sus formas de propiedad gracias a medios menos violentos que otros. Sin embargo, los monopolios capitalistas originan por doquier condiciones bárbaras en las fábricas, en las minas y en los campos. Pero mientras que las democracias burguesas garantizan a los capitalistas, sin el recurso de la violencia, la posesión de los medios de producción, la barbarie se reconoce en que los monopolios sólo pueden ser defendidos por la violencia declarada.

Ciertos países no tienen necesidad, para mantener sus monopolios bárbaros, de destruir la legalidad instituida, ni su confort cultural (filosofía, arte, literatura); de ahí que acepten perfectamente escuchar a los exiliados alemanes estigmatizar su propio régimen por haber destruido esas comodidades. A sus ojos es un argumento suplementario en favor de la guerra.

¿Puede decirse que respetan la verdad los que gritan: “Guerra sin cuartel a Alemania, que es hoy la verdadera patria del mal, la oficina del infierno, el trono del anticristo”? No. Los que así gritan son tontos, impotentes gentes peligrosas. Sus discursos tienden a la destrucción de un país, de un país entero con todos sus habitantes, pues los gases asfixiantes no perdonan a los inocentes.
Los que ignoran la verdad se expresan de un modo superficial, general e impreciso. Peroran sobre el “alemán”, estigmatizan el “mal”, y sus auditorios se interrogan: ¿debemos dejar de ser alemanes? ¿Bastará con que seamos buenos para que el infierno desaparezca? Cuando manejan sus tópicos sobre la barbarie salida de la barbarie resultan impotentes para suscitar la acción. En realidad no se dirigen a nadie. Para terminar con la barbarie se contentan con predicar la mejora de las costumbres mediante el desarrollo de la cultura. Eso equivale a limitarse a aislar algunos eslabones en la cadena de las causas y a considerar como potencias irremediables ciertas fuerzas determinantes, mientras que se dejan en la oscuridad las fuerzas que preparan las catástrofes. Un poco de luz y los verdaderos responsables de las catástrofes aparecen claramente: los hombres.

Vivimos una época en que el destino del hombre es el hombre.

El fascismo no es una plaga que tendría su origen en la “naturaleza” del hombre. Por lo demás, es un modo de presentar las catástrofes naturales que restituyen al hombre su dignidad porque se dirigen a su fuerza combativa.

El que quiera describir el fascismo y la guerra -grandes desgracias, pero no calamidades “naturales”- debe hablar un lenguaje práctico: mostrar que esas desgracias son un efecto de la lucha de clases; poseedores de medios de producción contra masas obreras. Para presentar verídicamente un estado de cosas nefasto, mostrar que tiene causas remediables. Cuando se sabe que la desgracia tiene un remedio, es posible combatirla.


4. Cómo saber a quién confiar la verdad

Un hábito secular, propio del comercio de la cosa escrita, hace que el escritor no se ocupe de la difusión de sus obras. Se figura que su editor, u otro intermediario, las distribuye a todo el mundo, y se dice: yo hablo y los que quieren entenderme me entienden. En la realidad, el escritor habla y los que pueden pagar le entienden. Sus palabras jamás llegan a todos, y los que las escuchan no quieren entenderlo todo.

Sobre esto se han dicho ya muchas cosas, pero no las suficientes. Transformar la “acción de escribir a alguien” en “acto de escribir” es algo que me parece grave y nocivo. La verdad no puede ser simplemente escrita; hay que escribirla a alguien. A alguien que sepa utilizarla. Los escritores y los lectores descubren juntos la verdad.

Para ser revelado, el bien sólo necesita ser bien escuchado, pero la verdad debe ser dicha con astucia y comprendida del mismo modo. Para nosotros, escrito res, es importante saber a quién la decimos y quién nos la dice; a los que viven en condiciones intolerables debemos decirles la verdad sobre esas condiciones, y esa verdad debe venirnos de ellos. No nos dirijamos solamente a las gentes de un solo sector: hay otros que evolucionan y se hacen susceptibles de entendernos. Hasta los verdugos son accesibles, con tal que comiencen a temer por sus vidas. Los campesinos de Baviera, que se oponían a todo cambio de régimen, se hicieron permeables a las ideas revolucionarias cuando vieron que sus hijos, al volver de una larga guerra, quedaban reducidos al paro forzoso.
La verdad tiene un tono. Nuestro deber es encontrarlo. Ordinariamente se adopta un tono suave y dolorido: “yo soy incapaz de hacer daño a una mosca”. Esto tiene la virtud de hundir en la miseria a quien lo escucha. No trataremos como enemigos a quienes emplean este tono, pero no podrán ser nuestros compañeros de lucha. La verdad es de naturaleza guerrera, y no sólo es enemiga de la mentira, sino de los embusteros.


5. Proceder con astucia para difundir la verdad

Orgullosos de su valor para escribir la verdad, contentos de haberla descubierto, cansados sin duda de los esfuerzos que supone el hacerla operante, algunos esperan impacientes que sus lectores la disciernan. De ahí que les parezca vano proceder con astucia para difundir la verdad.

Confucio alteró el texto de un viejo almanaque popular cambiando algunas palabras: en lugar de escribir “el maestro Kun hizo matar al filósofo Wan”, escribió: “el maestro Kun hizo asesinar al filósofo Wan”. En el pasaje donde se hablaba de la muerte del tirano Sundso, “muerto en un atentado”, reemplazó la palabra “muerto” por “ejecutado”, abriendo la vía a una nueva concepción de la historia.

El que en la actualidad reemplaza “pueblo” por “población”, y “tierra” por “propiedad rural”, se niega ya a acreditar algunas mentiras, privando a algunas palabras de su magia. La palabra “pueblo” implica una unidad fundada en intereses comunes; sólo habría que emplearla en plural, puesto que únicamente existen “intereses comunes” entre varios pueblos. La “población” de una misma región tiene intereses diversos e incluso antagónicos. Esta verdad no debe ser olvidada. Del mismo modo, el que dice “la tierra”, personificando sus encantos, extasiándose ante su perfume y su colorido, favorece las mentiras de la clase dominante. Al fin y al cabo, ¡qué importa la fecundidad de la tierra, el amor del hombre por ella y su infatigable ardor al trabajarla!: lo que importa es el precio del trigo y el precio del trabajo. El que saca provecho de la tierra no es nunca el que recoge el trigo y “el gesto augusto del sembrador” no se cotiza en Bolsa. El término justo es “propiedad rural”.

Cuando reina la opresión, no hablemos de “disciplina”, sino de “sumisión” pues la disciplina excluye la existencia de una clase dominante. Del mismo modo, el vocablo “dignidad” vale más que la palabra “honor”, pues tiene más en cuenta al hombre. Todos sabemos qué clase de gente se precipita para tener la ventaja de defender el “honor” de un pueblo, y con qué liberalidad los ricos distribuyen el “honor” a los que trabajan para enriquecerlos.

La astucia de Confucio es utilizable también en nuestros días, también la de Tomás Moro. Este último describió un país utópico idéntico a la Inglaterra de aquella época, pero en el que las injusticias se presentaban como costumbres admitidas por todo el mundo. Cuando Lenin, perseguido por la policía del Zar, quiso dar una idea de la explotación de Sajalín por la burguesía rusa, sustituyó Rusia por Japón y Sajalín por Corea. La identidad de las dos burguesías era evidente, pero como Rusia estaba en guerra con Japón la censura dejó pasar el trabajo de Lenin.

Hay una infinidad de astucias posibles para engañar a un Estado receloso. Voltaire luchó contra las supersticiones religiosas de su tiempo escribiendo la historia galante de “La Doncella de Orleans”: describiendo en un bello estilo aventuras galantes sacadas de la vida de los grandes. Voltaire llevó a éstos a abandonar la religión (que hasta entonces tenían por caución de su vida disoluta). De repente, se hicieron los propagadores celosos de las obras de Voltaire y ridiculizaron a la policía que defendía sus privilegios. La actitud de los grandes permitió la difusión ilícita de las ideas del escritor entre el público burgués, hacia el que precisamente apuntaba Voltaire.

Decía Lucrecio que contaba con la belleza de sus versos para la propagación de su ateísmo epicúreo. Las virtudes literarias de una obra pueden favorecer su difusión clandestina, pero hay que reconocer que a veces suscitan múltiples sospechas. De ahí, la necesidad de descuidarlas deliberadamente en ciertas ocasiones. Tal sería el caso, por ejemplo, si se introdujera en una novela policíaca -género literario desacreditado- la descripción de condiciones sociales intolerables. A mi modo de ver, esto justificaría completamente la novela policíaca.

En la obra de Shakespeare puede encontrarse un modelo de verdad propaga da por la astucia: el discurso de Antonio ante el cadáver de César. Afirmando constantemente la respetabilidad de Bruto, cuenta su crimen, y la pintura que hace de él es mucho más aleccionadora que la del criminal. Dejándose dominar por los hechos, Antonio saca de ellos su fuerza de convicción mucho más que de su propio juicio. Jonathan Swift propuso en un panfleto que los niños de los pobres fueran puestos a la venta en las carnicerías para que reinara la abundancia en el país. Después de efectuar cálculos minuciosos, el célebre escritor probó que podrían realizarse economías importantes llevando la lógica hasta el fin. Swift jugaba al monstruo. Defendía con pasión absolutista algo que odiaba. Era una manera de denunciar la ignominia. Cualquiera podía encontrar una solución más sensata que la suya o, al menos, más humana, sobre todo, aquellos que no habían comprendido a dónde conducía este tipo de razonamiento.

Militar a favor del pensamiento, sea cual fuere la forma que éste adopte, sirve la causa de los oprimidos. En efecto, los gobernantes al servicio de los explotadores consideran el pensamiento como algo despreciable. Para ellos, lo que es útil para los pobres es pobre. La obsesión que estos últimos tienen por comer, por satisfacer su hambre, es baja. Es bajo menospreciar los honores militares cuando se goza de este favor inestimable: batirse por un país cuando se muere de hambre.

Es bajo dudar de un jefe que os conduce a la desgracia. El horror al trabajo que no alimenta al que lo efectúa es asimismo una cosa baja, y baja también la protesta contra la locura que se impone y la indiferencia por una familia que no aporta nada. Se suele tratar a los hambrientos como gentes voraces y sin ideal, de cobardes a los que no tienen confianza en sus opresores, de derrotistas a los que no creen en la fuerza, de vagos a los que pretenden ser pagados por trabajar, etcétera. Bajo semejante régimen, pensar es una actividad sospechosa y desacreditada. ¿Dónde ir para aprender a pensar? A todos los lugares donde impera la represión.

Sin embargo, el pensamiento triunfa todavía en ciertos dominios en que resulta indispensable para la dictadura, en el arte de la guerra, por ejemplo, y en la utilización de las técnicas. Resulta indispensable pensar para remediar, mediante la invención de tejidos “ersatz”, la penuria de lana. Para explicar la mala calidad de los productos alimenticios o la militarización de la juventud no es posible renunciar al pensamiento. Pero recurriendo a la astucia puede evitarse el elogio de la guerra, al que nos incitan los nuevos maestros del pensamiento. Así, la cuestión ¿cómo orientar la guerra? lleva a la pregunta: ¿vale la pena hacer la guerra? Lo que equivale a preguntar: ¿cómo evitar la guerra inútil? Evidentemente, no es fácil plantear esta cuestión en público hoy. Pero ¿quiere decir esto que haya que renunciar a dar eficacia a la ver dad? Evidentemente no.

Si en nuestra época es posible que un sistema de opresión permita a una minoría explotar a la mayoría, la razón reside en una cierta complicidad de la población, complicidad que se extiende a todos los dominios. Una complicidad análoga, pero orientada en sentido contrario, puede arruinar el sistema. Por ejemplo, los descubrimientos biológicos de Darwin eran susceptibles de poner en peligro todo el sistema, pero solamente la Iglesia se inquietó. La policía no veía en ello nada nocivo.

Los últimos descubrimientos físicos implican consecuencias de orden filosófico que podrían poner en tela de juicio los dogmas irracionales que utiliza la opresión. Las investigaciones de Hegel en el dominio de la lógica facilitaron a los clásicos de la revolución proletaria, Marx y Lenin, métodos de un valor inestimable. Las ciencias son solidarias entre sí, pero su desarrollo es desigual según los dominios; el Estado es incapaz de controlarlos todos. Así, los pioneros de la verdad pueden encontrar terrenos de investigación relativamente poco vigilados. Lo importante es enseñar el buen método, que exige que se interrogue a toda cosa a propósito de sus caracteres transitorios y variables. Los dirigentes odian las transformaciones: desearían que todo permaneciese inmóvil, de ser posible durante un milenio: que la Luna se detuviera y el Sol interrumpiera su carrera. Entonces, nadie tendría hambre ni reclamaría alimentos. Nadie respondería cuando ellos abrieran fuego; su salva sería necesariamente la última.

Subrayar el carácter transitorio de las cosas equivale a ayudar a los oprimidos. No olvidemos jamás recordar al vencedor que toda situación contiene una contradicción susceptible de tomar vastas proporciones. Semejante método -la dialéctica, ciencia del movimiento de las cosas- puede ser aplicado al examen de materias como Biología y Química, que escapan al control de los poderosos, pero nada impide que se aplique al estudio de la familia; no se corre el riesgo de suscitar la atención. Cada cosa depende de una infinidad de otras que cambian sin cesar; esta verdad es peligrosa para las dictaduras. Pues bien, hay mil maneras de utilizarla en las mismas narices de la policía. Los gobernantes que conducen a los hombres a la miseria quieren evitar a todo precio que, en la miseria, se piense en el gobierno. De ahí que hablen de destino. Es al destino, y no al gobierno, al que atribuyen la responsabilidad de las deficiencias del régimen. Y si alguien pretende llegar a las causas de estas insuficiencias, se le detiene antes de que llegue al gobierno.

En general, es posible reclinar los lugares comunes sobre el Destino y demostrar que el hombre se forja su propio destino. Ahí está el ejemplo de esa granja islandesa sobre la que pesaba una maldición. La mujer se había arrojado al agua, el hombre se había ahorcado. Un día, el hijo se casó con una joven que aportaba como dote algunas hectáreas de tierra. De golpe, se acabó la maldición. En la aldea se interpretó el acontecimiento de diversos modos. Unos lo atribuyeron al natural alegre de la joven; otros, a la dote, que permitía, al fin, a los propietarios de la granja comenzar sobre nuevas bases. Incluso, un poeta que describe un paisaje puede servir a la causa de los oprimidos si incluye en la descripción algún detalle relacionado con el trabajo de los hombres.

En resumen: importa emplear la astucia para difundir la verdad.


Conclusión

La gran verdad de nuestra época -conocerla no es todo, pero ignorarla equivale a impedir el descubrimiento de cualquier otra verdad importante- es ésta: nuestro continente se hunde en la barbarie porque la propiedad privada de los medios de producción se mantiene por la violencia. ¿De qué sirve escribir valientemente que nos hundimos en la barbarie si no se dice clara mente por qué?

Los que torturan lo hacen por conservar la propiedad privada de los medios de producción. Ciertamente, esta afirmación nos hará perder muchos amigos: todos los que, estigmatizando la tortura, creen que no es indispensable para el mantenimiento de las formas actuales de propiedad.

Digamos la verdad sobre las condiciones bárbaras que reinan en nuestro país; así será posible suprimirlas, es decir, cambiar las actuales relaciones de producción.

Digámoslo a los que sufren del statu quo y que, por consiguiente, tienen más interés en que se modifique: a los trabajadores, a los aliados posibles de la clase obrera, a los que colaboran en este estado de cosas sin poseer los medios de producción.