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miércoles, 2 de marzo de 2011

Calle 13: irreverencia y compromiso social


Nos gusta el desorden
rompemos con las reglas
somos indisciplinados
somos los malcriados...
vamo’ a portarnos mal,
vamo’ a portarnos mal,
vamo’ a portarnos maaaal

Tal vez sea su capacidad de unir lo lúdico, la irreverencia y la crítica junto a su fuerte deseo de incidir en las estructuras sociales lo que hace de Calle 13 un grupo excepcional. No sólo sus canciones sino también los materiales visuales que ha producido se caracterizan por salirse fuera de lo común insertándose en la sátira, otras en la parodia tanto como en la ternura y otras más en la solidaridad con los más desfavorecidos.

Calle 13 es un fenómeno singular fruto de una junción de elementos en los que entran tanto el nacionalismo puertorriqueño, la identificación identitaria con América Latina, los emigrantes y la presencia de las comunidades marginales de zonas diversas, así como el uso de formas musicales caracterizadas por haberse iniciado en ámbitos periféricos. Asociados al reggaetón (del cual se apropiaron sus ritmos, pero con una propuesta distinta), al rap y a una diversidad de ritmos caribeños junto con elementos de la música latinoamericana que incluyen el folclor, su producción urbana se compone de letras de una fuerte irreverencia hacia el orden que provoca las desigualdades sociales y que hacen un llamado tanto a la unidad de los desposeídos como a la anarquía. Se trata de un grupo que ha captado la atención de sectores heterogéneos, tanto de comunidades marginales de los barrios como de elementos de mayor educación seguidores de su fuerte impugnación de lo establecido y su postura identitaria, como lo demuestran sus premios, el público de sus funciones y la acogida por el importante centro intelectual cubano.

Casa de las Américas
Las letras de Calle 13 muestran una actitud transgresora que recrea un discurso que va más allá de las fronteras de Puerto Rico, intención deliberada de sus composiciones. Pa’l Norte es una de las canciones que dedican a un asunto global: la emigración hispana. Como parte de su identificación con los emigrantes y del imaginario que construyen en sus letras el dúo alude a tradiciones populares, entre ellas el culto a la Virgen de la Guadalupe, ícono de la religiosidad popular de América Latina.

Yo vo’a cruzar la muralla…
Yo soy un intruso con identidad de recluso…
y por eso me convierto en buzo…
Y buceo por debajo de la tierra…
pa’ que no me vean los guardias
y los perros no me huelan…
Abuela no se preocupe que
en mi cuello cuelga la virgen de la Guadalupe…

La cuestión identitaria resulta central en varias de sus letras, aunque en esto continúan una tradición. Ángel Quintero en su libro Cuerpo y cultura realza la importancia del cultivo del inconformismo social y de la identificación con lo latinoamericano en el género de la salsa en músicos y compositores que tuvieron la experiencia de hacer música desde la emigración o desde ser nuyorican. Calle 13 asume esa latinoamericanidad no desde la emigración sino desde la tradición de una música que nace de territorios anteriormente colonizados y que han sufrido distintas dominaciones. Es decir, su praxis musical pertenece a la periferia y es la respuesta contestataria ante el afán depredador de la globalización. Por eso en varias de sus canciones se consolida la idea de la unidad latinoamericana. En la canción Latinoamérica se asume la pertenencia a todo un continente de geografía diversa:

Tengo los lagos, tengo los ríos.
Tengo mis dientes pa` cuando me sonrío.
La nieve que maquilla mis montañas.
Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña.
Un desierto embriagado con pellote, un trago de pulque.
para cantar con los coyotes, todo lo que necesito.
Tengo mis pulmones respirando azul clarito.
La altura que sofoca.
Soy las muelas de mi boca mascando coca.
El otoño con sus hojas desmayadas.
Los versos escritos bajo la noche estrellada.
Una viña repleta de uvas.
Un cañaveral bajo el sol en Cuba.

En esta letra Latinoamérica está unida en la explotación que representa el desarrollo, al igual que en la persecución sufrida.

Soy el desarrollo en carne viva,
un discurso político sin saliva.
Las caras más bonitas que he conocido,
soy la fotografía de un desaparecido.
Soy la sangre dentro de tus venas,
soy un pedazo de tierra que vale la pena.
una canasta con frijoles ,
soy Maradona contra Inglaterra anotándote dos goles.
Soy lo que sostiene mi bandera,
la espina dorsal del planeta es mi cordillera.
Soy lo que me enseñó mi padre,
el que no quiere a su patria no quiere a su madre.
Soy América latina,
un pueblo sin piernas pero que camina.

La imagen del continente se une al recuerdo de las operaciones militares que trajeron la dictadura a varios países en la década del setenta: La operación cóndor invadiendo mi nido, ¡Perdono pero nunca olvido!

Calle 13 también exalta el componente mestizo. Soy la mezcla de todas las razas reza la letra en Los de atrás vienen conmigo. Se refiere, sin embargo, a los sectores pobres de distintas partes de América Latina, entre ellas Perú, Panamá, Colombia, Uruguay, Venezuela y Brasil, además de los barrios marginales de Puerto Rico.

Conmigo vienen, vienen los de atrás
los de atrás vienen conmigo
Oye conmigo viene Panamá el Chorrillo y Curundu
También viene el Callao en Lima, Perú
desde Tijuana hasta Chiapa
tambien viene Tepito

En Argentina Villa 31, Villa Fiorito (Duro!!)
Caminando con elegancia los de Chile
desde las araucanías hasta Villa Francia
En Puertorro si no la haces tienes que hacerla
También conmigo viene la gente de la Perla
Villa España, Covadonga, Barbosa y Lloréns
Puerta Tierra, Canales, Las Monjas también

Esta canción es una internacionalización de los pobres que revela la existencia de las inequidades en el planeta y la integración a un territorio común unido por ese español que es la lengua principal de éste y que hizo que en el periódico El País de España se publicara un artículo titulado De Cervantes a Calle 13 para analizar la situación global del idioma.

La propuesta del grupo es iconoclasta desde el punto de vista del orden neoliberal, aunque no pierde por completo su inserción en la cultura patriarcal, gesto que le sitúa en situación de poder con otros grupos. Es cierto, sin embargo, que mientras se sostiene la crítica a las autoridades y símbolos de la explotación disminuye considerablemente el frenesí por lo sexual y no nos encontramos con la misoginia que presentan ciertos reggaetoneros y grupos afines, aunque en alguno de sus vídeos los músicos se sitúan desde un mundo muy masculino. Es parte del influjo de la cultura del reggaetón, género cuyas fronteras obviamente desbordan. No dejan, no obstante, de desmitificar lo sexual amparándose teóricamente: Da igual, según Sigmund Freud, la sexualidad rodea todo lo que soy.

Uno de los componentes centrales de sus letras es la grosería, el uso de frases o la mención de situaciones que se consideran vulgares al extremo de que llegan a impactar a funcionarios que piden la censura a pesar de que no lo hacen con aquellos que unen en sus vídeos el sexo y las alusiones a la cultura de la droga. Querido FBI tal vez resulte ser la más fuerte de sus canciones por encarar el poder de la agencia norteamericana que domina una parte de la vida pública de Puerto Rico y por ser responsable del operativo contra Filiberto Ojeda Ríos, reconocido líder independentista. No puede olvidarse que la canción repercutió en la lucha contra la represión que se desató en la Isla a raíz de las acciones de esa agencia federal.

Más allá de la crítica social, también Calle 13 es capaz de la ternura en esa estética mordaz que le define. Beso de desayuno es una canción en la que demuestra su capacidad de apropiarse de un género para elaborar el deseo y el amor desde imágenes prosaicas:

Yo quiero caminar por encima de tu pelo
Hasta llegar al ombligo de tu oreja
y recitarte un poquito de cosquillas
y regalarte una sabana de almejas
darte un beso de desayuno
para irnos volando hasta Neptuno
Si hace frío te caliento con una sopa de
amapolas
y con un fricasé de acerolas

Calle 13 ha logrado un clamor internacional a pesar de sus posturas y también por ellas. No por otra razón Mercedes Sosa, ese icono de las luchas contra las dictaduras latinoamericanas, se les unió para cantar. Es cierto. A pesar de su impronta rebelde y aparentemente soez cantan letras intelectualizadas y pensadas, coherentes en sus planteamientos, especialmente en los del latinoamericanismo y su negación a la invisibilidad de los pobres.

Lo mejor de Calle 13 nos permite preguntarnos qué es el arte, cuál es su función, cuándo la estética de lo grosero sirve para construir nuevas nociones de lo artístico y aumentar la polisemia, cuál debe ser el compromiso del artista, cuál es su aportación a la música caribeña y cómo ha evolucionado nuestra riqueza musical. Calle 13 no se detiene, se sigue colando por los entresijos del poder con sus canciones y parece seguir repitiéndonos una de sus letras, fruto de su compromiso social y dicha sin tapujos: porque la verdad es que me gustaría cambiar este puto mundo.

La autora es profesora en la Universidad de Puerto Rico en Bayamón

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Vamos Caminando, AQUÌ SE RESPIRA LUCHA!!:



 



















         



































































































        

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