Entradas populares

miércoles, 2 de febrero de 2011

EL FARAÓN DESAFÍA AL PUEBLO CON EL APOYO DE ISRAEL



LA SUERTE DE MUBARAK ESTÁ ECHADA

Publicado el 1 Febrero 2011 en EspecialesFidel Castro RuzReflexiones de Fidel

La suerte de Mubarak está echada, y ya ni el apoyo de Estados Unidos podrá salvar su gobierno. En Egipto  vive un pueblo inteligente, de gloriosa historia, que dejó su huella en la civilización humana. “Desde lo alto de estas pirámides 40 siglos os contemplan”, cuentan que exclamó Bonaparte en un momento de exaltación cuando la revolución de los enciclopedistas lo llevó a ese extraordinario cruce de civilizaciones.

Al finalizar la segunda Guerra Mundial, Egipto estaba bajo la brillante dirección de Abdel Nasser, quien junto a Jawaharlal Nehru, heredero de Mahatma Gandhi; Kwame Nkrumah, Ahmed Sékou Touré, líderes africanos que junto a Sukarno, presidente de la entonces recién liberada Indonesia, crearon el Movimiento de Países No Alineados e impulsaron la lucha por la independencia de las antiguas colonias. Los pueblos del sudeste asiático y el norte de África, como Egipto, Argelia, Siria, Líbano, Palestina, el Sahara Occidental, el Congo, Angola, Mozambique y otros, enfrascados en la lucha contra el colonialismo francés, inglés, belga y portugués con el respaldo de Estados Unidos, luchaban por la independencia con el apoyo de la URSS y de China.

A ese movimiento en marcha, se sumó Cuba tras el triunfo de nuestra Revolución.
En 1956 Gran Bretaña, Francia e Israel, atacaron por sorpresa a Egipto que había nacionalizado el Canal de Suez. La audaz y solidaria acción de la URSS, que incluso amenazó con el empleo de su cohetería estratégica, paralizó a los agresores.

La muerte de Abdel Nasser, el 28 de septiembre de 1970, significó un golpe irreparable para Egipto.

Estados Unidos no cesó de conspirar contra el mundo árabe, que concentra las mayores reservas petroleras del planeta.

No es necesario argumentar mucho, basta leer los despachos informativos de lo que inevitablemente está ocurriendo.

Veamos las noticias:

28 de enero:

“(DPA) - Más de 100 000 egipcios salieron hoy a las calles para protestar contra el gobierno del presidente Hosni Mubarak, pese a la prohibición de manifestaciones emitida por las autoridades…”

“Los manifestantes incendiaron oficinas del Partido Democrático Nacional (PDN) de Mubarak y puestos de vigilancia policial, mientras en el centro de El Cairo lanzaron piedras a la policía cuando ésta intentó dispersarlos con gases lacrimógenos y balas de goma.

“El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió hoy con una comisión de especialistas para asesorarse sobre la situación, al tiempo que el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, advirtió que Estados Unidos reevaluaría las multimillonarias ayudas que otorga a Egipto según la evolución de los acontecimientos.

“Las Naciones Unidas también emitieron un fuerte mensaje desde Davos, donde se encontraba este viernes el secretario general Ban Ki- moon.

“Fuerzas egipcias, respaldadas por vehículos blindados, se desplegaron el viernes en El Cairo y otras grandes ciudades del país para terminar con las enormes protestas populares que exigen la renuncia del presidente Hosni Mubarak.

“Fuentes médicas señalaron que hasta el momento 410 personas resultaron heridas en las protestas, mientras que la televisión estatal anunció un toque de queda para todas las ciudades.

“Los eventos representan un dilema para Estados Unidos, que ha expresado su deseo de que la democracia se extienda por toda la región. Mubarak, sin embargo, ha sido un aliado cercano a Washington por varios años y el destinatario de mucha ayuda militar.”

En medio del desastre político que estaba golpeando al mundo árabe, líderes reunidos en Suiza meditaron sobre las causas que daban lugar al fenómeno que incluso calificaron como suicidio colectivo.

“Davos (Suiza), (EFE).- El actual modelo de crecimiento económico, basado en el consumo y sin tener en cuenta las consecuencias medioambientales, ya no puede mantenerse por más tiempo pues va en ello la supervivencia del planeta, advirtieron hoy varios líderes políticos en Davos.

“‘El modelo actual es un suicidio colectivo. Necesitamos una revolución en el pensamiento y en la acción’, advirtió Ban. ‘Los recursos naturales son cada vez más escasos’, agregó, en un debate acerca de cómo redefinir un crecimiento sostenible en el marco del Foro Económico Mundial.

“‘El cambio climático nos muestra que el modelo antiguo es más que obsoleto’, insistió el responsable de la ONU.

“El secretario general agregó que, además de recursos básicos para la supervivencia como el agua y los alimentos, ’se está agotando otro recurso, que es el tiempo, para hacer frente al cambio climático’.”

29 de enero:

“Washington (AP).- El presidente Barack Obama intentó lo imposible ante la crisis egipcia: cautivar a la población furiosa con un régimen autoritario de tres décadas y, al mismo tiempo, asegurar a un aliado clave que Estados Unidos lo respalda.

“El discurso de cuatro minutos del presidente, la noche del viernes, representó un cauto intento de mantener un equilibrio difícil: Obama sólo podía salir perdiendo si elegía entre los manifestantes que exigen la salida del presidente Hosni Mubarak y el régimen que se aferra con violencia a su posición de poder.

“Obama [...] no pidió un cambio de régimen. Tampoco dijo que el anuncio de Mubarak fuera insuficiente.

“Obama dijo las frases más fuertes del día en Washington, pero no se separó del guión que usaron su secretaria de Estado Hillary Clinton y el vocero de la Casa Blanca Robert Gibbs.

“‘Los Estados Unidos deberían usar toda su influencia  incluyendo los más de mil millones de dólares en ayuda que suministra cada año al ejercito egipcio- para asegurar el último resultado (la cesión del poder por parte de Mubarak)’, indico el diario en su editorial.

“…Obama en su mensaje pronunciado de la noche del viernes dijo que continuaría trabajando con el presidente Mubarak y lamento que no mencionara unas eventuales elecciones.

“El diario calificó de ‘no realistas’ las posiciones de Obama y las del vicepresidente, Joe Biden, quien declaro a una radioemisora que no llamaría dictador al presidente egipcio y que no pensaba que debería renunciar.
“Mubarak que no puede actuar como si nada hubiese sucedido. Fox News dice que a Obama le quedan dos malas opciones respecto a Egipto.

“…advirtió al gobierno de El Cairo que no puede volver a ‘mezclar las cartas’ y actuar como si nada hubiese sucedido en el país.

“La Casa Blanca y el Departamento de Estado están siguiendo muy de cerca la situación en Egipto, uno de los principales aliados de Washington en el mundo, y recipiente de unos 1.500 millones de dólares anuales en ayudas civiles y militares.
“Los medios de información estadounidenses están dando una  amplísima cobertura a los disturbios en Egipto, y vienen  señalando que la situación puede resultar, de cualquier forma  que se resuelva, en un dolor de cabeza para Washington.

“Si Mubarak cae, estimó Fox, Estados Unidos, y su otro principal aliado en Medio Oriente, Israel, podrían tener que afrontar un gobierno de los Hermanos Musulmanes en El Cairo, y un giro anti-occidental del país del Norte de África.
“‘Estuvimos apostando al caballo equivocado durante 50 años’, dijo a la Fox un ex agente de la CIA, Michael Scheuer. ‘Pensar que el pueblo egipcio va a olvidar que nosotros apoyamos dictadores durante medio siglo es un sueño’, completó.

“Nicolás Sarkozy, Angela Merkel y David Cameron pidieron por su parte al presidente ‘iniciar un proceso de cambio’ frente a las ‘reivindicaciones legítimas’ de su pueblo y a ‘evitar a toda costa el uso de la violencia contra los civiles’, el sábado en una declaración conjunta.

“También Irán llamó a las autoridades egipcias a atender las reivindicaciones de la calle.

“El rey Abdalá de Arabia Saudita consideró en cambio que las protestas representan ‘ataques contra la seguridad y la estabilidad’ de Egipto, llevados a cabo por ‘infiltrados’ en nombre de la ‘libertad de expresión’.

“El monarca llamó por teléfono a Mubarak para expresarle su solidaridad, informó la agencia oficial saudita SPA.

31 de enero:

“(EFE) Netanyahu teme que caos en Egipto propicie acceso de los islamistas al poder.

“El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó hoy su temor de que la situación en Egipto propicie el acceso de los islamistas al poder, inquietud que dijo compartir con dirigentes con los que ha hablado en los últimos días.

“…el primer ministro declinó referirse a informaciones divulgadas por medios locales que apuntan a que Israel ha autorizado hoy a Egipto el despliegue de tropas en la Península del Sinaí por primera vez en tres décadas, lo que se considera una violación del acuerdo de paz de 1979 entre las dos naciones.

“Por su parte y ante las críticas a las potencias occidentales como EEUU o Alemania que han mantenido estrechos lazos con regímenes totalitarios árabes, la canciller alemana afirmó: ‘No hemos abandonado a Egipto’.

“El proceso de paz entre israelíes y palestinos se encuentra paralizado desde el pasado mes de septiembre, principalmente por la negativa israelí a frenar la construcción en los asentamientos judíos en el territorio ocupado palestino.”

“Jerusalén, (EFE).- Israel se inclina por el mantenimiento en el poder del presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien el jefe de Estado israelí, Simón Peres, respaldó hoy al entender que ‘una oligarquía fanática religiosa no es mejor que la falta de democracia’.

“Las declaraciones del jefe del Estado coinciden con la difusión por los medios locales de presiones de Israel a sus socios occidentales para que bajen el tono de sus críticas al régimen de Mubarak, que el pueblo egipcio y la oposición tratan de derrocar.

“Fuentes oficiales no identificadas citadas por el periódico ‘Haaretz’ indicaron que el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí envió el sábado un comunicado a sus embajadas en EEUU, Canadá, China, Rusia y varios países europeos para pedir a los embajadores que hagan hincapié ante las autoridades locales respectivas de la importancia que para Israel tiene la estabilidad en Egipto.

“Los analistas israelíes señalan que la caída de Mubarak podría poner en peligro los Acuerdos de Camp David que Egipto firmó con Israel en 1978 y la posterior suscripción del Tratado de paz bilateral en 1979, sobre todo si tuviese como consecuencia el ascenso al poder de los islamistas Hermanos Musulmanes, que gozan de amplio apoyo social.

“Israel ve a Mubarak como el garante de la paz en su frontera sur, además de un apoyo clave para mantener el bloqueo a la franja de Gaza y el aislar al movimiento islamista palestino Hamás.

“Uno de los mayores temores de Israel es que las revueltas egipcias, que siguen la estela de las tunecinas, alcancen también a Jordania, debilitando el régimen del rey Abdalá II, cuyo país junto con Egipto son los únicos árabes que reconocen a Israel.

“La reciente designación del general Omar Suleiman como vicepresidente egipcio y, por tanto, posible sucesor presidencial, ha sido bienvenida en Israel, que ha mantenido con el general cercanas relaciones de cooperación en materia de Defensa.

“Pero el rumbo que siguen las protestas egipcias no permite dar por hecho que la continuidad del régimen esté garantizada ni tampoco que Israel pueda seguir teniendo en el futuro en El Cairo a su principal aliado regional.”

Como puede observarse, el mundo se enfrenta simultáneamente y por primera vez a tres problemas:

Crisis climáticas, crisis alimenticias y crisis políticas.
A ellas, pueden añadirse otros graves peligros.

Los riesgos de guerra cada vez más destructivos están muy presentes.

¿Dispondrán los líderes políticos de suficiente serenidad y ecuanimidad para hacerles frente?

De ello dependerá el destino de nuestra especie.


Fidel Castro Ruz
Febrero 1º de 2011
7 y 15 p.m.


Mubarak se resiste a dimitir pese a las protestas masivas: "Moriré en la tierra de Egipto"

Cientos de miles de personas se concentran de forma permanente en las calles de Egipto.- El Baradei insta al 'rais' a abandonar el país antes del viernes.- El presidente egipcio no se presentará a las próximas elecciones de septiembre 

ENRIC GONZÁLEZ / NURIA TESÓN | El Cairo-El Pais,Madrid 02/02/2011 

Miles de egipcios, en la plaza Tahrir de El Cairo durante la protesta pública que se ha desarrollado contra el régimen de Hosni Mubarak.- EFE


Egipto gritó este martes alto y claro "adiós, adiós Mubarak". Centenares de miles o más de un millón de ciudadanos, el cálculo es imposible, salieron a la calle este martes en manifestaciones festivas para celebrar una recién conquistada libertad, evidente pese a la permanencia del dictador, y para reclamar que el presidente abandonara el país de forma inmediata. El apoyo a la reforma política expresado por el Ejército no permitía una vuelta atrás. Pero Mubarak, de casi 83 años y enfermo, se limitó a anunciar por televisión que no se presentaría a la reelección en septiembre, algo que no ha calmado la presión popular. "Moriré en la tierra de Egipto", dijo.
No solo los egipcios, sino el mundo, empezando por el presidente estadounidense Barack Obama, empujaban a Mubarak hacia la puerta de salida. Obama, quien mantuvo una conversación telefónica con el mandatario egipcio de media hora como reconoció en el discurso que ha realizado esta madrugada (hora española), envió al diplomático Frank Wisner, antiguo embajador en El Cairo, para instar al presidente egipcio a que renunciara a un nuevo mandato. Septiembre, sin embargo, quedaba lejísimos. Además de renunciar a una improbable reelección, Mubarak afirmó en su alocución televisiva que había "escuchado a los jóvenes", que tutelaría una reforma constitucional y una transición, y de nuevo se presentó como único dique "frente al caos". "Moriré en Egipto", prometió, descartando la opción del exilio. La multitud en la plaza cairota de Tahrir (plaza de la Libertad), reaccionó al discurso con gritos furiosos de "fuera, fuera" y con un lema claro "si él no se va, nosotros tampoco". Los presentes ya han anunciado nuevas marchas para el viernes y que no se van a mover de allí hasta que el protagonista de sus protestas abandone el poder. Pero para comprobar la auténtica repercusión de las palabras del presidente hay que esperar, sin embargo, a la jornada de hoy.
Mohamed el Baradei, ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica, premio Nobel de la Paz en 2005 y portavoz provisional de la plataforma de oposición, lanzó algo parecido a un ultimátum: habló del viernes como la fecha límite para que Mubarak y su familia se fueran de Egipto "para evitar un baño de sangre". Tras conocer el contenido del esperado discurso, el líder opositor que no quiso especular sobre la posibilidad de que se presente a las elecciones, lo calificó de "truco" para permanecer en el poder.
En su discurso, Mubarak anunció que permanecerá durante los próximos ocho meses al frente de un nuevo Gobierno -surgido a raíz de las protestas iniciadas hace ocho días- abierto al diálogo con todas las fuerzas y a las reformas democráticas. Pero la oposición se mantiene firme, y asegura que no va a establecer ningún diálogo con el Gobierno hasta la marcha de Mubarak. Toda la oposición, incluido los Hermanos Musulmanes, la gran fuerza islamista de Egipto, han llegado a un acuerdo basado en cuatro puntos: que Mubarak deje el poder, la disolución del Parlamento, una nueva Constitución, y, por último, la creación de un Gobierno de transición.

Mubarak aseguró que establecerá las medidas para una "transición pacífica del poder dentro de la Constitución". El mandatario también anunció que se dirige directamente a todos los egipcios para asumir sus responsabilidades, y ha avisado que no renunciará a "su deber". Tras las protestas masivas de este martes en el centro de El Cairo, el presidente egipcio aprovechó su discurso para denunciar los "actos lamentables" que según él se han producido en todo el país. "La realidad obliga a ciudadanos y dirigentes a elegir entre el caos y la estabilidad", afirmó.

El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, fue más elástico con los plazos de la marcha de Mubarak pero le presionó para que anunciara reformas y se hiciera de lado tras el verano. Quizá demasiado poco, demasiado tarde. El influyente presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry, fue rotundo: Mubarak y familia, dijo, debían "desaparecer de la ecuación".

El rais se dirigió anoche por televisión a la nación para anunciar que no iba a presentarse en las presidenciales de septiembre. La sociedad egipcia comprobó, con orgullo y entusiasmo, que disfrutaba de un respaldo casi planetario. Y que el Ejército estaba, al menos por el momento, con la gente.
En realidad, por más que se esforzara Mubarak, el asunto se había reducido a una cuestión de tiempo y formas. El Ejército no deseaba desgarros internos ni una fuga humillante para el que durante 30 años fue su jefe y héroe. Washington pugnaba para que la revuelta desembocara en una evolución estable hacia una democracia egipcia más o menos controlada, que preservara la vocación prooccidental y los lazos (que ya nunca podrían ser tan intensos como bajo Mubarak) con Israel, y el jefe del Pentágono, Robert Gates, conferenció por teléfono con la cúpula militar egipcia para trazar un plan de acción.

EE UU, que subsidia a Egipto con más de 2.000 millones de dólares anuales, entre ayuda militar y civil, e Israel, un vecino muy inquieto por su seguridad en la era pos-Mubarak, apuestan por una transición pilotada por Omar Suleimán, el nuevo vicepresidente, un hombre que había dirigido los servicios secretos y en el que confiaban tanto Obama como Benjamín Netanyahu. El temor de ambos radica probablemente en que la terquedad de Mubarak, empeñado en cumplir su mandato y evitarse la vergüenza del exilio, deteriore aún más la situación y condujera a una revolución de alcance imprevisible.

Durante la jornada circularon rumores sobre donde podría ir el faraón. Uno de los hipotéticos destinos para el exilio de Mubarak podría ser Alemania, donde últimamente había recibido tratamiento contra el cáncer. La jefa del Gobierno, Angela Merkel, pudo invitarle a establecerse de forma indefinida en territorio alemán durante una llamada efectuada el lunes.

Desde la calle no era ya posible hacer más. La multitud desbordó como nunca la emblemática plaza de la Liberación, en El Cairo, gritando contra Mubarak en un tono que se había despojado de la exasperación violenta del viernes, cuando las batallas campales desfondaron a la policía, y había pasado a la impaciencia festiva. Los centenares de miles que no pudieron acudir a la capital, por la paralización de los trenes, se manifestaron en Alejandría, Suez, Asuán, Mansur y otras ciudades. Había muchas mujeres y niños y una completa ausencia de miedo, gracias al beneplácito expresado por los militares. En cierta forma, Mubarak se veía degradado desde la condición de enemigo del pueblo a la de simple estorbo, quizá lo más humillante para un dictador que fue todopoderoso durante tres décadas.

Presión económica
A la imparable revuelta popular se suma la presión económica. Egipto permanece paralizado desde el viernes, no funcionan ni Internet ni los bancos, el puerto de Alejandría no trabajaba, surgen problemas de desabastecimiento, millones de personas pierden sus ingresos cotidianos y las grandes empresas sufren una hemorragia de beneficios. La Agencia Moody's ha degradado la deuda egipcia al nivel de BB, y pronostica un empeoramiento. El país no puede permitirse que la situación durara más tiempo. "Mubarak quiere hacernos un último favor arruinándonos", dijo con sarcasmo Safik Tahiri, un ingeniero de 36 años empleado en el sector del gas, que se manifestaba en El Cairo junto a su familia.

Después de que el pasado lunes el Ejército considerara "legítimas las protestas" y anunciara que "no recurrirá al uso de la fuerza contra el pueblo", el despliegue de soldados que se situó ayer alrededor de la plaza tuvo como misión canalizar la entrada de los miles de manifestantes. La gente se agolpó en torno a las dos únicas vías para acceder al recinto, porque las otras cinco calles que culminan en la plaza fueron cerradas por los soldados como medida de seguridad. Los uniformados se ciñeron a identificar a los manifestantes y a revisar mochilas y bolsas, pero en ningún momento utilizaron la fuerza.

Una posición común
Reino Unido tampoco ha tardado en posionarse. Siguiendo la misma idea expresada por Estados Unidos, un portavoz del primer ministro, David Cameron, ha subrayado que es "importante" para las autoridades egipcias "escuchar las demandas de su pueblo". Para Londres, el "cambio real" significa una "transición" con una administración "de amplio espectro que incluya a personas de la oposición". "Está claro que (el cambio) aún no se está produciendo, y lo consideramos decepcionante", ha dicho el portavoz de Downing Street.
A la cascada de peticiones de libertad se ha unido el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, que ha recomendado a Mubarak que "escuche las demandas" de sus ciudadanos. "Escucha las protestas y las demandas extremadamente humanistas de los ciudadanos", ha señalado Erdogan durante un discurso ante los miembros del partido gobernante AKP. "Atiende sin dudarlo las demandas de libertad de los ciudadanos", ha añadido.



Lunes, 31 de Enero de 2011 14:15 inSurGente.org  

EL CAIRO/ El Movimiento Opositor 6 de Abril y los Hermanos musulmanes han convocado una gran manifestación para este martes en El Cairo para forzar la dimisión del presidente Hosni Mubarak, según informó este lunes la cadena de televisión qatarí Al Yazira. 

Más de 100. 000 manifestantes han tomado de nuevo este lunes la plaza Tahrir (Liberación) en una nueva jornada de protestas contra el régimen del presidente egipcio, Hosni Mubarak, según informa Al Yasira.

   El objetivo de los convocantes (PARA MAÑANA) es reunir a más de un millón de personas en la capital. El Movimiento del 6 de Abril es una red juvenil surgida a través de Facebook y cuyo nombre rinde homenaje a los miles de egipcios que apoyaron en abril de 2008, a través de Internet, las movilizaciones laborales del Delta del Níger contra el aumento de los precios.

   Entretanto, según Al Yazira, en El Cairo se suceden los rumores sobre la posible vuelta de la Policía a las calles de la ciudad. "Se está a la espera de una declaración del Ministerio del Interior", declaró el corresponsal de la cadena. El repliegue de los agentes ha derivado en saqueos e incidentes que "han obligado a los ciudadanos normales a montar patrullas nocturnas", añadió.

   Cientos de manifestantes permanecieron esta noche en la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, pese al toque de queda vigente desde las 15.00 de la tarde del domingo hasta las 7.00 de la mañana del lunes. Los manifestantes han asegurado que permanecerán allí hasta que Hosni Mubarak anuncie su dimisión. 

   Los militares han rodeado la plaza, epicentro de las protestas de los últimos seis días contra Mubarak, para evitar nuevos brotes de violencia. De momento, la situación permanece en calma, ya que soldados y manifestantes permanecen quietos pese al desacato de lo segundos al toque de queda.


ISRAEL SOLIDARIO CON EL DICTADOR
Israel ha enviado a Egipto dos aviones con material antidisturbios, a petición del Gobierno de Hosni Mubarak, según informó este lunes Al Yasira, que cita como fuente a la ONG Red Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ESCR). 


ADEMÁS DE 150 MUERTOS Y 4MIL HERIDOS, VARIOS DETENIDOS ANTE LOS TRIBUNALES

Al menos 50 detenidos han sido llevados ante fiscales militares y están siendo interrogados, según ha informado este lunes el Hisham Mubarak Law Center. «Todavía no podemos confirmar los cargos pero lo más probable es que fueran detenidos por violar el toque de queda en la plaza Tahrir el domingo», ha indicado el director de este organismo de defensa de los Derechos Humanos, Ahmed Seif al Islam, en declaraciones al portal '«Daily News Egypt» Agencias


Los egipcios comienzan a concentrarse en El Cairo el día de la gran protesta contra Mubarak

La oposición espera reunir a más de un millón de personas y corteja al Ejército como garante de la seguridad y del cambio - Los jóvenes llaman a los ciudadanos a echarse a la calle cuando se cumple la primera semana de protestas 

ENRIC GONZÁLEZ / NURIA TESÓN - El Pais,Madrid - El Cairo - 01/02/2011 

Hoy es la gran día marcado por la oposición egipcia en su pulso para lograr la caída del régimen de Hosni Mubarak. El Cairo será escenario esta mañana de una multitudinaria marcha (los organizadores esperan reunir a más de un millón de personas) para exigir reformas democráticas y el final de la actual presidencia. El lema será "Abajo Mubarak, todos contra Mubarak", y la protesta está previsto que arranque a mediodía. Un periodista de France Presse informa de que los alrededores de la plaza de Tahir, epicentro de la revuelta que se prolonga ya ocho días, se están llenando de manifestantes desde primera hora, que empiezan a llegar al lugar desde donde se iniciará la gran protesta. Otra noche más, miles de manifestantes volvieron a acampar en en esa plaza desafiando el toque de queda impuesto por el Ejército.
La balanza egipcia parece definitivamente decantada. Un portavoz militar anunció anoche que el Ejército considera "legítimas" las reivindicaciones populares y que no reprimirá la revuelta. Muy significativamente, la declaración fue ayer emitida por la televisión oficial de Egipto en vísperas de las manifestaciones masivas previstas para hoy en El Cairo y Alejandría en las que se espera que más de un millón de personas exijan en la calle la dimisión del presidente Hosni Mubarak . El fin del faraón podría estar muy próximo. Con Internet inhabilitado desde hace cinco días, Facebook y Twitter , las herramientas que sirvieron para convocar las primeras protestas, y el anuncio del ministro de información de que en las próximas horas cortarán las redes móviles, ha dejado paso a medios menos sofisticados. Durante todo el día de ayer, los jóvenes recorrieron con megáfonos la plaza de la Libertad, el simbólico epicentro de la revolución, llamando a la gente a acudir hoy a la gran protesta cuando se cumple la primera semana de revuelta. "Abajo Mubarak, todos contra Mubarak", gritaba una muchacha a través del altavoz. "Pueblo egipcio, únete a nosotros, no dejes que te callen", se desgañitaba.
Los convocantes de la protesta seguían con su revolución sin ocuparse demasiado de lo que ocurría en los despachos, donde la clase política egipcia intentaba ponerse de acuerdo sobre cómo encarrilar una transición que depende de que el faraón Hosni Mubarak abandone su trono . "Son los jóvenes los que siguen liderando este movimiento", explicaban algunos de los representantes del movimiento opositor Ghad, dirigido por Ayman Nour. "Estamos unificándonos en un frente común", decía un dirigente del grupo disidente Wafd.
"No es el momento de estar pendientes de quién liderará el cambio de Gobierno", afirmaba Mohamed Waget, líder de los socialistas revolucionarios. "Aún permanecen divididos y es necesario que primero se pongan de acuerdo entre ellos. Nosotros lo único que queremos es ver al mayor número de gente en las calles". Para lograrlo, señalaba que la línea telefónica fija y los móviles, que siguen dando problemas, han sido los transmisores principales. Ante ello, Google anunciaba esta madrugada (hora española) que ha desarrollado una herramienta para que los ciudadanos puedan tuitear pese a la interrupción de las comunicaciones móviles e Internet.

La compañía, explica, ha puesto a disposición de los usuarios tres teléfonos internacionales en los que pueden dejar un mensaje de voz y el servicio instantáneamente tuitea el mensaje con el tema #egypt. Los tres números para llamar son +16504194196 o +390662207294 y +9731699855.

El día comenzaba ayer con una convocatoria de huelga de transportes que dejaba sin acceso a la capital a quienes se acercan desde las poblaciones del valle del Nilo. Tampoco daba mucha confianza a los manifestantes que permanecían al anochecer en los jardines de la plaza el regreso de la policía a las calles. "Muchos de nosotros hemos decidido pasar aquí la noche, en previsión de que mañana intenten impedírnoslo", aseguraba Mahmud que, con su padre y sus dos hermanos acarreaba mantas, comida y agua.

Tanto los políticos como la sociedad civil esperan repetir hoy el éxito de participación que las protestas han tenido desde que hace una semana estalló una revuelta que quiere llevarse por delante 30 años de dictadura. "La marcha del millón", explica Waget, "es nuestro objetivo". "Queremos la derrota del sistema", abundaba Jaled Abo Aeda, líder sindical independiente. "Y para eso vamos a conseguir que todos estén en la calle".

El descontento de la población, que empieza a sufrir los efectos del desabastecimiento, puede incidir en el resultado de la convocatoria. No hay dinero en los cajeros automáticos y, previsiblemente, millones de funcionarios y jubilados no van a poder cobrar sus salarios y pensiones. Tampoco ayuda el hecho de que comprar pan, la base de la alimentación del pueblo egipcio, empiece a resultar una complicada aventura. A primera hora de la mañana de ayer, un anciano cargado con un enorme cesto de hogazas era abducido por una multitud que se llevaba las tortas de pan de veinte en veinte, sin escuchar las súplicas del vendedor para hacer un reparto más equitativo de la mercancía.

"Ya queda cada vez menos. Si no lo conseguimos este martes [por hoy] lo haremos el viernes. Saldremos todos los días hasta que acabemos con el régimen de Hosni Mubarak", concluye el socialista radical Waget.

El vicepresidente de Egipto, Omar Suleiman , afirmó ayer que Mubarak le ha pedido iniciar un diálogo con todos los partidos políticos sobre las demandas de los manifestantes que piden reformas constitucionales y legislativas.

Protestas "legítimas"
Desde el estallido del movimiento popular contra la dictadura, las esperanzas de los egipcios se depositaron en el Ejército. Los militares son queridos por la gente y claramente cortejados por la incipiente plataforma política de oposición. También constituyen, sin embargo, la columna vertebral del régimen: el presidente Mubarak es un hombre del Ejército, como lo fueron los dos anteriores presidentes, Nasser y Sadat, y como lo son el nuevo vicepresidente, Omar Suleimán, y el nuevo primer ministro, Ahmed Shafik. Esa ambivalencia explica la extraña pasividad y la difícil neutralidad mantenida hasta ahora por la institución.

El Ejército egipcio es a la vez poderoso e impotente. En una situación de suspenso, como la que vive el país desde el colapso policial del viernes, los militares son percibidos como la fuerza capaz de decantar los acontecimientos a favor del régimen o a favor de la democratización. Pero, por más que la población respete a los militares, resulta evidente que el fracaso de Mubarak es también su fracaso. Cuesta imaginar un gesto de la cúpula militar contra Mubarak, el héroe de la guerra de 1973, si éste no decide por fin dejar el poder: el riesgo de división en el propio Ejército sería alto y una crisis interna entre los militares tendría efectos devastadores.

La señal emitida anoche fue la más clara hasta ahora. No incluía crítica alguna hacia Mubarak ni sugería la necesidad de que dimitiera. Sin embargo, daba un espaldarazo a la protesta contra el presidente: "Vuestras fuerzas armadas, muy conscientes de la legitimidad de vuestras demandas, están dispuestas a asumir su responsabilidad respecto a la seguridad de la nación y sus ciudadanos y afirman que la libertad de expresión pacífica está garantizada para todos". A continuación, se instaba a la población a evitar la violencia y los saqueos.

Si algún egipcio temía aún que participar en las marchas de hoy entrañara el riesgo de choques violentísimos como los registrados el viernes entre la policía y los manifestantes, pudo quedarse tranquilo. La declaración militar se interpretó como una invitación a salir a la calle para exigir el fin de Mubarak.

A nivel muy distinto, el comunicado coincidía en su espíritu con unas palabras pronunciadas por la mañana por el comandante de una unidad de blindados estacionada en el centro de El Cairo. El comandante comentó, a título personal, que los mandos militares eran "muy conscientes" de lo que ocurría. "Como la mayoría de mis compañeros, he estudiado en una academia militar estadounidense y hablo inglés, veo televisión y leo prensa del extranjero, sé lo que el mundo espera de Egipto y de nosotros y tengo mis propias opiniones", dijo.

Puede suponerse que ese comandante y el conjunto de los mandos, incluyendo la veterana cúpula, conocían sus limitaciones. El profesor Ibrahim Awad, de la Universidad Americana de El Cairo, subrayó esas limitaciones: "Egipto es un país demasiado complejo como para que el Ejército desee hacerse con el poder". "Una de las razones del fracaso de Mubarak y su régimen es precisamente que se ha gobernado con un simplismo militar y eso ya no es viable", dijo Awad.

La liberalización de la economía egipcia y su engranaje con la economía global ha creado riqueza, pero el corsé político y social de la dictadura ha hecho que esa riqueza quedara en manos de muy pocos y agravara las desigualdades y la corrupción. La democratización, según Awad, solo sería posible "mediante un gran pacto civil al margen del Ejército".

Desde que estalló el movimiento revolucionario, hace una semana, el Ejército ha jugado con dos barajas. Se ha atenido a las reglas de un régimen que es el suyo, sus jefes han obedecido respetuosamente a Mubarak, ha ordenado toques de queda, ha protegido desde que desapareció la policía las sedes gubernamentales. Y a la vez ha hecho guiños a la revuelta, se ha coordinado con los manifestantes (ayer los soldados trabajaban codo con codo con los organizadores de la protesta en la plaza de la Libertad), no ha hecho esfuerzo alguno por imponer el toque de queda y ha gozado con la devoción que demuestra la gente.

Ese equilibrismo no podía durar indefinidamente. Era muy difícil mantenerlo ante la jornada crucial de hoy. Al garantizar los derechos de los manifestantes y calificar de "legítimas" sus reivindicaciones, es decir, la exigencia de la dimisión de Mubarak, el Ejército se puso en cierta forma del lado de los manifestantes.


En busca de los desaparecidos en las revueltas. Al Yazira cuenta http://cort.as/0XDc que los usuarios de Twitter han empezado a hacer circular una hoja con Google docs con los nombres de los desaparecidos, cuándo se les vio por última vez y un contacto: http://cort.as/0XEw


Egipto despierta con un llamamiento de la oposición a la huelga general y con el anuncio de una manifestación multitudinaria para mañana que pretende aglutinar las protestas contra Mubarak en la plaza Tahrir de El Cairo. Los efectos de la revuelta empiezan a afectar a la economía egipcia: miles de turistas intentan salir del país, mientras la agencia de calificación Moody's ha rebajado la nota de solvencia de su deuda


"El Ejército ha repartido pan a los pobres desde un camión en la plaza Tahrir", cuenta en Twitter el enviado especial de la CNN a El Cairo. Ivan Watson también informa de que la presencia militar hoy es más fuerte en la capital de Egipto. http://twitter.com/#!/IvanCNN



Egipto: la apuesta al gatopardismo

Página 12

En el día de ayer Hillary Clinton declaró ante la prensa que lo que había que evitar a toda costa en Egipto era un vacío de poder. Que el objetivo de la Casa Blanca era una transición ordenada hacia la democracia, la reforma social, la justicia económica, que Hosni Mubarak era el presidente de Egipto y que lo importante era el proceso, la transición. A diferencia de lo ocurrido en otra ocasión, el Presidente Obama no exigiría la salida del líder caído en desgracia. Como no podría ser de otro modo, las declaraciones de la Secretaria de Estado reflejan la concepción geopolítica que Estados Unidos ha sostenido invariablemente desde la Guerra de los Seis Días, en 1967, y cuya gravitación se acrecentó después del asesinato de Anwar el-Sadat en 1981 y la asunción de su por entonces vicepresidente, Hosni Mubarak. Sadat se había convertido en una pieza clave para Estados Unidos e Israel –y de paso confirió a Egipto la misma categoría- al ser el primer jefe de Estado de un país árabe que reconoció al Estado de Israel al firmar un Tratado de Paz entre Egipto y ese país el 26 de Marzo de 1979. Las dudas y los rencores que aún abrigaban Sadat y el primer ministro israelí Menájem Begin como consecuencia de cinco guerras y que tornaban en interminables las negociaciones de paz fueron rápidamente dejados de lado cuando tanto ellos como el Presidente James Carter se notificaron que el 16 de enero de ese año un estratégico aliado pro estadounidense en la región, el Sha de Irán, había sido derrocado por una revolución popular y buscó refugio en Egipto. La caída del Sha fue seguida por el nacimiento de la república islámica bajo la conducción del Ayatolá Ruhollah Jomeini, para quien Estados Unidos y toda la “civilización estadounidense” no eran otra cosa que el “Gran Satán”, el enemigo jurado del Islam.
Si la violenta eyección del Sha sacudía el tablero de Oriente Medio, no eran mejores las noticias que provenían del convulsionado traspatio centroamericano: el 19 de Julio de 1979 el Frente Sandinista entraba a Managua y ponía fin a la dictadura de Anastasio Somoza, complicando aún más el cuadro geopolítico estadounidense. A partir de ese momento, el delicadísimo equilibrio de Oriente Medio tendría en Egipto el ancla estabilizadora que la política exterior estadounidense se encargó de reforzar a cualquier precio, aún a sabiendas de que bajo el reinado de Mubarak la corrupción, el narcotráfico y el lavado de dinero crecían a un ritmo que sólo era superado por el proceso de pauperización y exclusión social que afectaba a sectores crecientes de la población egipcia; y que la feroz represión ante los menores atisbos de disidencia y las torturas eran cosas de todos los días. Por eso suenan insoportablemente hipócritas y oportunistas las exhortaciones del presidente Obama y su Secretaria de Estado para que un régimen corrupto y represivo como pocos en el mundo -y al cual Estados Unidos mantuvo y financió por décadas- se encamine por el sendero de las reformas económicas, sociales y políticas. Un régimen, además, donde Washington podía enviar prisioneros para torturar sin tener que enfrentar molestas restricciones legales y la estación de la CIA en Cairo podía operar sin ninguna clase de obstáculos para llevar adelante su “guerra contra el terrorismo.” Un régimen, además, que pudo bloquear la internet y la telefonía celular y que apenas si despertó una mesurada protesta por parte de Washington. ¿Habría sido igual de tibia la reacción si quien hubiera cometido tales tropelías hubiese sido Hugo Chávez?
Dado que Mubarak parecería haber cruzado el punto de no retorno, el problema que se le presenta a Obama es el de construir un “mubarakismo” sin Mubarak; es decir, garantizar mediante un oportuno recambio del autócrata la continuidad de la autocracia pro estadounidense. Como decía el Gatopardo, “algo hay que cambiar para que todo siga como está.” Esa fue la fórmula que sin éxito alguno Washington intentó imponer en los meses anteriores al derrumbe del somocismo en Nicaragua, apelando a la figura de un personaje del régimen, Francisco Urcuyo, presidente del Congreso Nacional cuya primera y prácticamente última iniciativa como fugaz presidente fue la de solicitar al Frente Sandinista, que venía aplastando a la guardia nacional somocista por los cuatro rincones del país, que depusiera las armas. Lo depusieron a él al cabo de pocos días, y en el habla popular nicaragüense el ex presidente pasó a ser recordado como “Urcuyo, el efímero.” Lo que ahora está intentando la Casa Blanca es algo similar: presionó a Mubarak para que designara a un vicepresidente en la esperanza de que no reeditase el fiasco de Urcuyo. La designación no pudo haber sido más inapropiada pues recayó en el jefe de los servicios de inteligencia del ejército, Omar Suleiman, un hombre aún más refractario a la apertura democrática que el propio Mubarak y cuyas credenciales no son precisamente los que anhelan las masas que exigen democracia. Cuando estas ganaron las calles y atacaron numerosos cuarteles de la odiada policía y de los no menos odiados espías, soplones y organismos de la inteligencia estatal, Mubarak designa al jefe de estos servicios nada menos que para liderar las reformas democráticas. Es una broma de mal gusto y así fue recibida por los egipcios, que siguieron tomando las calles convencidos de que el ciclo de Mubarak se había terminado y que había que exigir su renuncia sin más trámite. 

En la tradición del socialismo marxista se dice que una situación revolucionaria se constituye cuando los de arriba no pueden dominar como antes y los de abajo ya no quieren a ser dominados como antes. Los de arriba no pueden porque la policía fue derrotada en las luchas callejeras y los oficiales y soldados del ejército confraternizan con los manifestantes en lugar de reprimirlos. No sería de extrañar que alguna otra filtración tipo Wikileaks devele las intensas presiones de la Casa Blanca para que el anciano déspota abandone Egipto cuanto antes para evitar una re-edición de la tragedia de Teherán. Las alternativas que se abren para los Estados Unidos son pocas y malas: (a) sostener el régimen actual, pagando un fenomenal costo político no sólo en el mundo árabe para defender sus posiciones y privilegios en esa crucial región del planeta; (b) una toma del poder por una alianza cívico-militar en donde los opositores de Mubarak estarán destinados a ejercer una gravitación cada vez mayor o, (c) la peor de las pesadillas, si se produce el temido vacío del poder que sean los islamistas de la Hermandad Musulmana quienes tomen el gobierno por asalto. Bajo cualquiera de estas hipótesis las cosas ya no serán como antes, pues aún en la variante más moderada la probabilidad de que un nuevo régimen en Egipto continúe siendo un fiel e incondicional peón de Washington es sumamente baja y, en el mejor de los casos, altamente inestable. Y si el desenlace es el radicalismo islamista la situación de Estados Unidos e Israel en la región se tornará en extremo vulnerable, habida cuenta de que el efecto dominó de la crisis que comenzó en Túnez y siguió en Egipto ya se está dejando sentir en otros importantes aliados de Estados Unidos, como Jordania y Yemen, todo lo cual puede profundizar la derrota militar estadounidense en Irak y precipitar una debacle en Afganistán. De cumplirse estos pronósticos, el conflicto palestino-israelí adquiriría inéditas resonancias cuyos ecos llegarían hasta los suntuosos palacios de los emiratos del Golfo y la propia Arabia Saudí, cambiando dramáticamente y para siempre el tablero de la política y la economía mundiales. 


Mubarak y la calle, siempre la calle


La primera aparición de Hosni Mubarak en televisión desde el comienzo de la intifada egipcia, el día 29 de enero, sorprendió por su dureza, de tono y de oído, y por su falta de originalidad. Todo lo que ofreció, además de sus habituales palabras sobre su preocupación por los pobres y los jóvenes, y sobre su compromiso de continuar y acelerar la “reforma económica, social y política”, fue cesar a su gobierno y “no dudar en tomar cualquier tipo de decisión para preservar la seguridad y tranquilidad de todo egipcio y egipcia”1. Ni una palabra acerca de cambios políticos concretos y reales. Sólo un nuevo gobierno que añadir a las decenas nombrados y cesados por él en los últimos 30 años.

¿Su análisis de los acontecimientos? Las manifestaciones y reivindicaciones “legitimas” de los ciudadanos, facilitadas por sus “indicaciones al gobierno para que permitieran que se expresaran”, fueron aprovechadas por “algunos” para “subirse a la ola” y “hacer negocio con con los eslóganes” contra el “régimen general” (al-nizaam al-aam). Resultado: la violencia, el alboroto, el pillaje y la anarquía (fawdá, seis apariciones entre 636 palabras en árabe), que “introdujeron el miedo en los corazones de la abrumadora mayoría de los egipcios”. Las palabras de siempre, con las que se intentan trastocar los sujetos y los objetos (el régimen general/mi régimen, el miedo de los egipcios/mi miedo/el miedo que quiero infundir a los egipcios).

Las auténticas decisiones subsiguientes son igualmente más de lo mismo, aunque incluyan un nuevo cambio de sentido: nombramiento de un nuevo primer ministro, Ahmad Shafiq, un militar, y, por primera vez en treinta años, de un vicepresidente, Omar Soleimán, gran jefe de los servicios secretos. Poco después, el Secretario de Organización del partido gobernante (Partido Nacional Democrático), Ahmad Ezz, dimitía de sus funciones y un alto representante del régimen en el Parlamento, declaraba en Al-Yazira, que “¡cómo no iba a dimitir la gente que era responsable de lo que estaba pasando!”.

Ahmad Ezz ocupaba un puesto clave en el entramado del régimen (un puesto que también ocupaba Mubarak antes de suceder a Sadat), pero, además de eso, era el magnate del sector del hierro y el acero, que dominaba en condiciones de casi monopolio, el amigo del hijo de Hosni Mubarak, Gamal, y uno de quienes junto a éste se habían impuesto –ahora vemos que temporalmente- en la batalla por el control del régimen entre la vieja guardia burocrática y los grande hombres de negocios2.

Así pues, la decisión de Mubarak estaba tomada: echar a los leones a quienes han tenido los destinos del país en los últimos diez años, y responsabilizarlos de “todo”. No en vano, fuentes del aeropuerto de El Cairo confirmaban a Al-Yazira lo que ya habían adelantado, curiosamente, fuentes israelíes, que 19 aviones privados cargados de hombres de negocios y empresarios, “árabes y egipcios” habían abandonado el país el sabado 29. Entre ellos, alguien “próximo” a Hosni Mubarak que no era su hijo Gamal, de quien hace días hay noticias sin confirmar en el sentido de que se encuentra en Londres desde el miércoles 26. En palabras de Mubarak, y las cito textualmente por su brillantez: “estoy convencido de que la economía es algo demasiado importante para dejarla únicamente en manos de los economistas”.

El giro de Mubarak, su último recurso, lo entienden perfectamente los egipcios, a diferencia de los grandes medios de comunicación occidentales, que han ignorado recurrentemente en los últimos años que tras las pretensiones de sucesión hereditaria de Mubarak padre se encontraba el triunfo de la liberalización económica en su versión sátrapa. En la última década se había precipitado el ritmo del travase de las propiedades públicas, industriales, financieras y agrícolas, a manos de una oligarquía con un pie en el sector privado y otro en el aparato del Estado y en el partido gobernante.

No obstante, los egipcios entienden perfectamente que no sólo la permanencia de Mubarak, sino, incluso prescindiendo de él, el ascenso de Omar Soleimán y el nuevo gobierno son más de lo mismo. Omar Soleimán no sólo ha intervenido en los asuntos internacionales, contribuyendo a asfixiar Gaza e intentar someterla, sino que llegó al cargo en 1993 para acabar a sangre y fuego con los jóvenes que, desesperados por las mismas miserias y sevicias de hoy, cogieron las armas en los 90 en el nombre del islamismo, para que luego sus dirigentes negociaran un armisticio y amnistía del régimen cuyos términos no se conocen. Omar Soleimán es del régimen de Mubarak, se mire por donde se mire.

En el momento de escribir estas líneas se anuncia en Al-Yazira la constitución de una comisión de diez miembros representante de “todas las fuerzas nacionales egipcias”, encabezada por Al-Baradei y que incluye a Muhammad Al-Baltagi (Hermanos Musulmanes), Ayman Nur (liberal, ex candidato a la presidencia y ex prisionero por ello), Magdi Ahmad Husein (de orientanción islamista laborista), Georges Ishaq (fundador de Kifaya), Abdel Hamid Qandil (naserista), Hamdin as-Sibahi (naserista), un joven líder del movimiento de los manifestantes, y otras personalidades. Esta comisión pretende negociar con el régimen y con el ejército las condiciones del abandono definitivo del poder por parte de Hosni Mubarak y la constitución de un gobierno de unidad nacional. Al-Baradei, según las mismas fuentes, “ha avisado a los Estados Unidos de que está perdiendo su credibilidad al continuar apoyando al régimen de Mubarak”.

Finalmente, los Estados Unidos están modificando hoy su discurso (“el pueblo egipcio no puede seguir soportando esta situación”, “el nombramiento de Soleimán sólo puede ser el principio de una larga lista de cambios” “no basta con cambiar las cartas de sitio”), tras el espaldarazo indisimulado a Mubarak que supuso la intervención de Obama por televisión inmeditamente después de la de aquel mensaje inequívoco a los altos mandos del ejército egipcio de que “aún” no podían contar con él para un golpe de mano.
Sin embargo, el régimen se mueve cada vez más nervioso. Mubarak aparece repetidamente en la televisión a lo largo del día entre Omar Soleimán, el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor y otros militares contemplando monitores de televisión, “siguiendo el desarrollo de los acontecimientos” como quien contempla un partido de fútbol anclado en el 0-0. Más tarde, el todavía presidente cambia varios capitanes generales en diversas regiones del país. Poco después, el presidente del Parlamento dice que se “enmendará” su composición cuando los jueces estudien el aluvión de quejas por el fraude electoral de noviembre de 2010. Finalmente se anuncia el redespliegue de la policía “sin enfrentarse a la población”.
Y, mientras tanto, cada vez más egipcios salen a las calles para que las cosas cambien de verdad. 

En los grandes medios de comunicación se ha insistido (hemos insistido) en la importancia de las nuevas tecnologías y las nuevas redes sociales para organizarse. Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio que ha desempeñado un papel impagable en todo lo que esta sucediendo hoy lo desmiente: “No utilizamos Internet para organizarnos. Lo utilizamos para dar a conocer lo que estamos haciendo sobre el terreno”3.

NOTAS
1 Texto íntegro en árabe del discurso, en la página web de Al-Yazira, 29-01-2011.
2 Vease, en Rebelión mi texto El régimen de Mubararak y las revueltas de enero, 29 de enero de 2011 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121366).
3 “Entrevista con Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio”, por Mark LeVine, Rebelión, 29-01-2011, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121317

 EL PREMIER ISRAELI NETANYAHU ROMPIO EL SILENCIO ANTE LAS PROTESTAS CONTRA SU SOCIO MUBARAK

Un cambio que impacta en Medio Oriente

Analistas en Israel consideran que si cae el régimen de Mubarak todo dependerá de la orientación del nuevo gobierno. Si es democrático, le devolverá a Egipto su rol estratégico; si no, temen su efecto negativo.

Por Mercedes López San Miguel
Pagina 12

La caída del viejo régimen de Hosni Mubarak, de concretarse, tendrá un fuerte impacto en Medio Oriente. Como país más poblado e influyente del mundo árabe, Egipto ha jugado un rol estratégico en la región y ha sido un mediador en el conflicto entre israelíes y palestinos. Después de varios días en los que el premier israelí mantuviera un llamativo silencio, ayer Benjamin Netanyahu manifestó su preocupación por el levantamiento popular que se está dando en contra de su socio egipcio. “Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos en Egipto y en nuestra región. En este momento debemos mostrar responsabilidad, moderación y consideración máxima”, dijo el líder conservador.

“El colapso del régimen de Mubarak es comparable a un terremoto de 8 grados en la escala de Richter”, afirmó a Página/12 el académico palestino Bashir Bashir, que dicta clases en la Universidad Hebrea de Jerusalén. “Si esta revuelta popular persiste un período suficiente como para forzar la salida del presidente, entonces vamos a ser testigos de una democratización (y desestabilización) de los regímenes en una ola de contagio en la región y esto va a tener un serio impacto en el conflicto entre palestinos e israelíes”, agrega el analista.

Todo depende de la naturaleza y de la orientación del nuevo gobierno, advierten los especialistas. El diario de centroizquierda israelí Haaretz publicó un artículo en el que se habla concretamente del temor a que un nuevo gobierno egipcio esté liderado por islamistas radicales. “Israel sospecha que debajo de una superficie de lucha por mejoras económicas y de las libertades descanse un elemento islamista radical. Los islamistas no están haciendo planes por ahora, pero serán los primeros en recuperarse y aprovechar la confusión para ganar adeptos”, afirma Amos Harel.

Bashir Bashir ensaya otra respuesta. “Un gobierno democrático en Egipto podría renovar su rol de liderazgo en el mundo árabe, así como en Medio Oriente. ¿Por qué? Porque Egipto perdió su poder e influencia política y cultural en el mundo árabe. Ese vacío fue llenado por países como Irán y Turquía. Tan sólo hay que recordar el papel que están tratando de jugar en el Líbano, en Irak y en Palestina. Y Turquía se involucró en las políticas de la región como, por ejemplo, con el programa nuclear iraní.”

Egipto participó en 1948 de la guerra contra la creación del Estado de Israel y perdió territorio durante la Guerra de los Seis Días, en 1967. Después recuperó la península del Sinaí en el ’82 en el marco de una acuerdo de paz con Israel y fue el primer país árabe en reconocer el Estado judío. En ese acuerdo también abandonó todo reclamo territorial sobre la Franja de Gaza. Desde que Mubarak asumió en 1981, su país es el principal socio de Israel en la región, y su colaboración es esencial para mantener el bloqueo sobre Gaza y aislar al movimiento islamista Hamas, que gobierna ese territorio palestino. El Cairo también es una pieza fundamental en el frustrado proceso de paz entre israelíes y palestinos, y suministra recursos energéticos a Tel Aviv.

Existen voces en Israel que hablan del “efecto negativo” del levantamiento egipcio. Como lo explica el artículo “La revuelta en El Cairo se sentirá aquí”, que publicó Haaretz. “En el largo plazo, el colapso del gobierno de Mubarak puede amenazar la paz de Israel con Egipto y Jordania, los principales activos de nuestro país tras el apoyo de Estados Unidos. Dañará inmediatamente la cooperación de los egipcios y llevará a un deshielo en las relaciones de Egipto con Hamas y el gobierno de Gaza. Podría dañar el status de las fuerzas de paz en el Sinaí, y llevar a que El Cairo rechace que los submarinos israelíes se muevan por el canal de Suez como fuerza disuasoria contra Irán.”

El miedo a ese “cuco”, el Islam radical, fue usado como un argumento para que Israel sostuviera su alianza con el dictador. Parece que Netanyahu se prepara para los nuevos tiempos. Dijo ayer: “La paz entre Egipto e Israel dura ya más de tres décadas y nuestra meta es garantizar que esas relaciones se mantengan ante cualquier escenario”.



Lunes, 31 de Enero de 2011 14:04 inSurGente.org 


CON LAS HORAS CONTADAS: La familia del presidente egipcio Hosni Mubarak escapó a su mansión de 8,5 millones de libras esterlinas (13,5 millones de dólares) ubicada en pleno centro de Londres, según se informó hoy.

    El hijo del mandatario, Gamal, de 47 años, quien supuestamente ideó el plan de escape, se trasladó a Gran Bretaña en un jet privado junto a su familia, llevando al menos 97 valijas y cajas.

    La familia Mubarak posee una mansión de seis pisos a pocos metros de la icónica tienda Harrods, en el exclusivo barrio londinense de Knightsbridge.

    Según informó hoy la prensa británica, el presidente de Egipto, de 82 años, y su esposa Suzanne, de 69, también planean escapar a la lujosa propiedad londinense, que cuenta con cinco habitaciones.

    El periódico inglés The Sun indicó además que empleados del aeropuerto de Heathrow, al oeste de la capital británica, han visto a la esposa del jefe del Gobierno egipcio arribar a Londres. 

    Mubarak, que está en el poder desde 1981, reunió una fortuna superior a los 40.000 millones de dólares.

    "Suzanne, Gamal y su hijo mayor Alaa, de 49 años, se han convertido en símbolos del exceso y la corrupción en Egipto.
Suzanne, que es mitad galesa, incluso es llamada María Antonieta por su fascinación con la opulencia de la Reina que perdió la cabeza en la Revolución Francesa", agregó el mismo medio.

    La primera dama egipcia cuenta con pasaporte del Reino Unido debido a que su madre, Lily May Palmer, era ciudadana británica. 


El rol de la Autoridad Palestina al descubierto

La mayor filtración de documentos confidenciales en la historia del conflicto palestino-israelí pone al descubierto el rol jugado por la dirección palestina en el llamado proceso de paz...

Alejandra Ríos | La Verdad Obrera* | Hoy a las 6:51 | 

La mayor filtración de documentos confidenciales en la historia del conflicto palestino-israelí pone al descubierto el rol jugado por la dirección palestina en el llamado proceso de paz, dejando en una profunda crisis al gobierno de la Autoridad Palestina.

El domingo 23/01 la red televisiva árabe Al Yazira, publicó una serie de documentos confidenciales con un registro metódico del proceso de paz palestino-israelí a lo largo de una década. La filtración de casi 1.700 documentos, conteniendo información detallada sobre las negociaciones de representantes estadounidenses de alto nivel, Israel y los representantes de la Autoridad Palestina e incluyen e-mails, memorandos, mapas, minutas de reuniones privadas, transcripciones de reuniones, documentos estratégicos y presentaciones de PowerPoint del período comprendido entre 1999 y 2010, ha puesto al descubierto el estado de las negociaciones al que ya muchos consideran como ‘muerto’. Los papeles son, además, una muestra del carácter reaccionario del proceso de paz que sólo lleva a liquidar las aspiraciones democráticas y nacionales del pueblo palestino.

Los documentos o ‘papeles palestinos’, autenticados por distintas fuentes diplomáticas y de seguridad y por participantes de las reuniones, confirman las sospechas levantadas desde la Conferencia de Anápolis, auspiciadas por George W. Bush, sobre la renuncia de los representantes palestinos al derecho de retorno de los refugiados palestinos, la aceptación de que los asentamientos israelíes en la zona ocupada de Jerusalén pasaran a ser parte del Estado de Israel, junto al barrio judío de la Ciudad Vieja y el control sobre la Explanada de las Mezquitas [1] y sobre el Muro de las Lamentaciones.

Además del grado de concesiones secretas ofrecidas por los negociadores palestinos – como ser el derecho de retorno y el nivel de cooperación entre las fuerzas de seguridad israelíes y la Autoridad Palestina – las necesidades más sentidas del pueblo palestino – las revelaciones dan a conocer el rol central de los servicios de inteligencia británicos en la elaboración de un plan secreto para aplastar a Hamas en territorios palestinos, que incluye el uso de tortura y arrestos, sin procesos de juicio como así también el alto nivel de cooperación clandestina entre la Autoridad Palestina y el ejército y servicios de seguridad de Israel.

La anexión de los asentamientos del este de Jerusalén constituyen un tema neurálgico que ya había hecho fracasar las negociaciones de Camp David en el año 2000 y, según los documentos filtrados, dicha propuesta de anexión fue presentada en 2008-2009 por el jefe negociador por Palestina, Saeb Erekat, luego de la conferencia de Anápolis y concedía a Israel “la Jerusalén más grande en toda la historia”. Además ofrecía acordar el retorno de sólo 5.000 de los más de 4 millones de refugiados palestinos. Aún así los líderes israelíes respaldados por EEUU consideraron que la propuesta era ‘inadecuada’ y no satisfacía sus demandas porque no incluía asentamientos más grandes en la región de Har Homa y otros en el West Bank (Cisjordania) [2].

Lo más revelador, sin embargo, es el rol capitulador de los negociadores palestinos, entre ellos el de Erekat, que se ha quejado ante EEUU por no hacer lo suficiente para bloquear los túneles que van desde Egipto hasta la franja de Gaza, utilizados para el envío de ayuda. Erekat además subestimó el control de Hamas en la región controlada por ellos y le ha exigido a EEUU que ‘se haga más’ para evitar el contrabando de armas y víveres. Entre las conversaciones secretas ahora reveladas, se encuentra el pedido explícito del ministro de Defensa de Israel para que, como represalia, el gobierno palestino se ocupara de asesinar a militantes de Hamas.

Aunque Erekat ha salido a declarar que se trata de “mentiras fabricadas con medias verdades” y “calumnias” instigadas contra los líderes palestinos, no puede evitar el debilitamiento que sufre la Autoridad Palestina y el golpe político que representa al restarles credibilidad frente a sus rivales de Hamas.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, se ha visto profundamente desacreditado con las revelaciones, que ponen en peligro sus esperanza de mantener el proceso abierto hasta septiembre de 2011, fecha en la que según Barak Obama Palestina debería ser un Estado independiente.

Los documentos publicados ponen en primer plano el rol capitulador de la dirección palestina, otrora expresión del viejo nacionalismo burgués, y demuestran su completa bancarrota y su carácter pro-imperialista, convirtiéndose en actores totalmente serviles y lacayos del imperialismo en una abierta traición a las aspiraciones democráticas del pueblo palestino.

Para los casi 4 millones de palestinos que viven en condiciones terribles en campos de refugiados – tanto dentro de los territorios ocupados como fuera de ellos – las revelaciones no han sido ninguna sorpresa. En la zona de la Franja de Gaza, donde, como consecuencia del bloqueo no hay acceso a agua potable, medicamentos y otros bienes esenciales, se ha expresado una mezcla de bronca, desconfianza e incertidumbre sobre el futuro.

La difusión de los documentos deja al descubierto el carácter reaccionario de las negociaciones llevadas adelante hasta el momento y muestra que la lucha del pueblo palestino por la conquista de sus aspiraciones democráticas y nacionales no puede quedar en manos de direcciones condescendientes y serviles con la política imperialista del estado de Israel respaldado por EEUU.

1 -Es uno de los lugares religiosos más disputado en el mudo, es un lugar religioso sagrado de aproximadamente 15 hectáreas (equivalentes a 0,15 km²) ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén. Está controlado por Israel desde 1967 y tanto Israel como la Autoridad Palestina reclaman soberanía sobre el mismo, que sigue siendo un punto focal del conflicto.
2 -Cabe recordar que según la legislación internacional todos los asentamientos levantados en territorios ocupados por Israel en la guerra de 1967 son ilegales, aunque Israel los considera como barrios municipales.

*Publicación semanal  editada por  el Partido de los Trabajadores Socialistas.

Fuente: http://www.pts.org.ar/spip.php?article16994

No hay comentarios:

Publicar un comentario